445. ‘Yo tampoco se nada y no ando presumiendo como Sócrates.’
Porque Sócrates y todos los que han llegado y llegan a nosotros como los mejores, han sido y son manejados por el poder, por el establishment, ya que de una manera o de otra les sirve y conviene.
Hay otros filósofos, personas muy desarrolladas mentalmente, que el establishment les ve como peligrosas, y por eso nunca serán reconocidos, divulgados, apoyados. Todo lo cual tiene su lógica, porque ¿quién se tira piedras a su tejado, si va a romper las tejas?
446. ¿El que dice que cree o no cree no está dentro del ámbito de la creencia? El que dice que cree o no, ¿no es lo mismo que la creencia, que es el pensamiento? Por tanto si el pensador y el pensamiento son lo mismo, toda creencia es una ilusión, divisiva y confusa.
447. Lo que diga o no diga va a seguir siendo parte del condicionamiento. Por lo que el problema no es el condicionamiento sino que hacemos con él.
448. Por mucho que creamos saber lo que haremos en el futuro, eso es una ilusión. Pues las respuestas a los retos, según su impacto que nos causen, vamos a responder de una manera o de otra, Un impacto es un hecho que no podemos manejar, es algo que nos hace reaccionar de una manera imprevista, ya que está más allá de nuestro control.
449. ¿Enamorarse de un solo paisaje, de un solo país, enamorarse de un solo árbol, de un solo río o mar, de una sola montaña, de una sola persona, es eso posible? El amor no se queda tan solo en una parte de la totalidad, sino que abarca a toda la totalidad, a todo lo que existe. Ya que el amor no excluye, sino que es todo a la vez.
450. Si tenemos una meta para llegar a la felicidad, nos aleja de ella. Pues al tener una idea de lo que es la felicidad, nos quedamos atrapados y bloqueados por esa idea, sin libertad.
451. Todo puede cambiar en un instante, donde los planes e intenciones no tienen ningún poder ni posibilidad de imponerse, por buenos, nobles y aceptados que sean. Pues la realidad, lo que es, tiene toda la fuerza y la energía de los hechos. Y los hechos tienen su independencia y no responden ante nadie ni ante nada. Un hecho es como un rayo, que cuando cae, y haga lo que haga, no tiene ninguna importancia para él, para ese hecho. Por lo que sólo tiene que aceptar.
452. El destino puede ser una ilusión o una realidad. El destino es lo que no podemos alterar ni manejar en nuestra vida. El destino es como nacer con la piel negra o blanca, alto o bajo, mujer u hombre, nacer teniendo hermanos o no, donde no podemos hacer nada para alterarlo.
El destino no es un capricho nuestro. Es un capricho del propio destino, del azar, de lo que está más allá de nosotros.
453. Todo tiene un propósito y sentido armónico. Pero el problema está cuando hacemos una ley, a la que nos agarramos, de eso. Sin dejar que la realidad, que está más allá de nosotros, pueda actuar. Y entonces, todo eso que era armónico y bueno se convierte en un veneno, en desorden y caos.
454. La cuestión es: si hablan mal de nosotros, pero nosotros no hacemos daño conscientemente a los demás, ¿qué nos importa lo que digan? Es bueno que hablen de nosotros, que nos digan las verdades a la cara, pues así podemos enterarnos de si algo lo hacemos bien o no, si estamos cometiendo algún error.
La mente cuando entra en un surco, una manera de vivir, se encuentra a gusto, ya que se siente segura, creyendo que lo tiene todo controlado. Por lo que puede hacer toda clase de tonterías sin darle ninguna importancia.
455. La curación es uno de los misterios de la vida. Hay personas que han de morir y por mucho que se intente curarlas, por mucho que se cuide, han de morir. Y otras que no han de morir y por terribles que sean sus males y enfermedades, no mueren. Lo mismo sucede en las guerras: unos mueren en el primer combate. Otros luchan en todas las batallas, donde combaten encarnizadamente, y nadie ni nada los mata.
El sanador, el médico, vendría a ser como un acompañante que tiene unos ciertos conocimientos sobre medicina. El sanador es el amigo del enfermo que lo visita y habla con él. Y le dice lo que el sanador cree que más le conviene. Todo lo demás, la curación o no, está fuera de sus manos, está más allá de sus deseos de curar.
456. El problema está en creerse de verdad los papeles que desempeñamos, pues entonces llega el fanatismo, la brutalidad, la crueldad. Porque esos papeles se convierten en ideas y teorías, en nacionalismos, en religiones, en política, etc., Lo que a su vez, se convierten en nuestro negocio que nos proporcionan placer. Y el placer es algo que nos arrastra, siempre lo perseguimos, alterándonos, generándonos desorden, confusión y anarquía. Con todo su sufrimiento y dolor.
457. ¿Por qué queremos prohibir que los demás hablen de lo que quieran, aunque sea mal de nosotros, es que tenemos algo que ocultar, miedo a que nos hagan algún daño? Lo bueno de que hablen mal de nosotros es que todo se revuelve y nos vemos tal cual como somos. Es como cuando hacemos una mudanza, cuando cámbianos de lugar donde vivimos: entonces vemos realmente todo lo que tenemos en casa.
458. Queramos o no, la vida a cada instante nos cambia de hoja, nos enseña la siguiente hoja que siempre es nueva y sorprendente. Otra cosa es que nuestras expectativas esperen algo que no nos llega: algo espectacular que altere todos los cimientos y nuestra manera de vivir. Pero eso no está en nuestras manos. Por lo que hemos de atenernos a lo cotidiano, a lo que sucede a cada instante, que en esencia es tan importante e impactante como si fueran unos grandes acontecimientos, pero a un nivel diferente. Porque la vida siempre es la misma, ella tiene su paradigma y manera.