1964. El problema, Benham, es que tu verdad puede no coincidir con la de los otros que también tienen la suya. Mira los terroristas de Ucrania, tienen su verdad que era generar el caos, la anarquía, incendiar y arrasar edificios oficiales, para derrocar al gobierno que consideraban corrupto e inepto para sus intereses y necesidades. O sea que la cuestión no es mi verdad, sino lo que hago con ella, mis hechos, mis actos, mis decisiones. Todo lo demás es palabrería, cuyo resultado son los mismos perros con distintos collares. Toda una mentira egoísta, corrupta.
1965. La vida es la inseguridad absoluta. Y eso tiene sus riesgos y peligros, ya que vivimos creyendo que existe una seguridad que se consigue con las leyes, las armas, la violencia. Por tanto, esa seguridad quiere decir la corrupción de decir algo pero hacer todo lo contrario: que queremos la paz, el fin de la violencia, pero vivimos haciendo todo lo contrario.
1966. ‘Cuando la gente está completamente satisfecha con su yo, el amor es imposible’.
¿Es eso verdad, es cierto, verdadero? ¿El amor no es la ausencia de división, de conflicto? Por tanto, haga lo que haga si estoy en orden –ausencia de división, conflicto-, el amor está ahí. Lo que sucede es que ya tenemos una idea, un concepto, de lo que ha de ser el amor. Cuando el amor es lo nuevo, lo que está más allá de los deseos o no deseos, de toda teoría al respecto.
Y por eso, el amor es lo más peligroso para una mente condicionada, rutinaria, aburguesada. Porque se sale de los parámetros de lo establecido, de lo aceptado como amor. Y eso incluye tanto la victoria como la derrota, la pérdida como la ganancia, el fracaso como el éxito.
1967. Cuando el amor se organiza, es cuando deja de serlo. Aunque nos gustan sus resultados. Es como si alguien maltrata físicamente a su pareja, la hiere. Pero, luego la lleva al hospital para que le curen las heridas –sin decir verdad del maltrato-. Y los que están allí ven en eso un acto de amor. Aunque en realidad puede ser o no puede ser amor, ya que eso depende del que realiza el servicio.
1968. ¿Ya estás contento y satisfecho por el triunfo de los tuyos? Pero ya no te acuerdas de los miles de muertos, los destrozos en los edificios gubernamentales, el saqueo.
¿Qué pasará el día que esa anarquía y terror, llegue a Bruselas, a las puertas del edificio donde tienes tu despacho, o a las puertas de tu casa? O llegue a Berlín, a París, a Varsovia. Quién sabe. Ya que todo, como vemos, puede ser, suceder.
1969. Valentina Coman. Ahora resulta que todos los malos son los de Oriente. ¿Los occidentales son angelitos? ¿Es que no ves la corrupción en todos los niveles que hay en todo occidente? Te lo digo para que no te engañes y luego llores lágrimas amargas, cuando estés en el paro y nadie te ayuda ni hace caso, se eliminan servicios sociales elementales, etc. No te olives que esto no es el paraíso. Lo que te sucede es que tu sufrimiento te ciega y te impulsa a odiar solo a un fragmento, una parte de la realidad.
1969. La verdad es la verdad, no importa quién lo diga. Y por eso, la verdad es tan peligrosa. Ya que tu verdad pude no coincidir con la mía. Porque, ¿qué es la vedad, se puede describir? ¿O la verdad es la ausencia de división interna? Y eso nos hace incontrolables e impredecibles.
1970. Si se usan los métodos de ellos –el terrorismo, la anarquía, la violencia, matar, etc.- os convertís como ellos. Por lo que todo va a seguir igual. Sólo lo que cambia son los actores. Los hechos continúan siendo los mismos.
1971. No se trata de estupidez. Es racismo puro. Es que los moros que llegan, no traen dinero, son pobres. Por lo tanto, la buena obra que querían ponerse como un galón, al ayudar a los ricos judíos, ha resultado un engaño.
1972. Tal vez, ese descaro de Reagan, Thatcher y otros, fue motivado por el debilitamiento de la Unión Soviética que actuaba de contrapeso del capitalismo que ellos implantaron. Pues hasta ese momento, el comunismo aún tenía su resonancia en muchas personas y países. Por lo que tenían miedo que con la economía de ultraderecha, hubiera revueltas como las hay ahora. Como todo está unido e interrelacionado, el debilitamiento o la desaparición de una tendencia, genera el ascenso de otra que generalmente suele ser antagónica. Y es por eso que surgen los conflictos, las revueltas, la violencia, porque el que tiene el poder no lo quiere ceder ni que se lo arrebaten. Y los que están oprimidos por ese poder, quieren destruirlo cueste lo cueste, pase lo que pase. Eso es lo que está pasando en Ucrania, Venezuela, Tailandia.
1973. Todo es como un juego de contrapesos que nace entre individuos. Es como si tú y yo tuviéramos desavenencias domésticas. Siempre va haber un tira y afloja que se intercambia alternativamente. Pero que cuando uno de los dos se debilita, por razones físicas o psicológicas, el otro se aprovecha.
La pregunta es: ¿Ese juego tan inhumano, que es como si tuviéramos que depender de los errores de los otros, de los demás, de su debilidad, va a resolver los problemas? Evidentemente, no. Pues los problemas se solucionan con afecto, empatía, con compasión.
1974. ‘¿Para vivir conscientemente se requiere mucha preparación?’.
No. Sólo se precisa sensibilidad. Ahora el problema es: ¿Qué hace que se despierte la sensibilidad, entendida por la pasión, la compasión que tengamos?
1975. ‘Tal vez este mundo es el infierno de otro planeta’.
Aunque este mundo tenga mucho de infierno, también tiene su parte de belleza, su disfrute, su gozo. Tal vez si todo fuera tan absurdo y feo ya habríamos acabado con él. Es como las personas, por deterioradas y crueles que seamos, no lo somos bastante para aniquilarnos mutuamente, unos a otros, hasta que no quedara nadie.