Torni Segarra

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7736. David Bowie –cantante pop-, era como un camaleón. Que era lo necesario para su negocio, la manera de vivir. Que es como lo hacemos todos. Aunque hay algunos que se abren en canal para que se les vea, lo máximo posible, sus interioridades. Incrementándose las ganancias de su negocio que es su vida, su manera de vivir.
 
7737. Hace alrededor de un año unos psiquiatras afirmaron: Que la creencia en dios, los que creen en él, ya tienen la locura. Porque hablan y se comunican con alguien que es un invento. Por lo que es como si me invento un amigo o amiga y empiezo a comunicarme y hablar con él.
Pero claro, todo eso no es real, es un invento. Es decir, invento la realidad que yo quiero, que creo que me conviene. Y, ¿eso no es lo que tiene la locura: hacer lo que nos da la gana? Pero luego llega el desorden, la confusión, los problemas se multiplican, se engrandecen. Y es cuando ya estamos con la patología de la locura: ir al médico, al psiquiatra, o ir por la vida como un ánima en pena.
 
7738. Cuando algo no nos gusta, ni lo queremos hacer, inventamos toda clase de tretas, ideas y teorías, explicaciones. Pero la realidad sigue estando ahí. Y entonces nos damos cuenta que el remedio es lo que nos lleva otra vez a la misma enfermedad.
Por eso, encarar los retos, los hechos, sin huir de ellos, sin querer cambiarlos, es tan difícil y complicado.
 
7739. Los países donde tienen una guerra larga, se convierten en  un vertedero de todos los violentos, que quieren hacer la guerra para conseguir un beneficio, un ideal.
Es decir, la guerra es como otro negocio más para obtener algo que incluso se dice que es espiritual, religioso. Por lo que, todo se convierte en absurdo. Ya que, ¿la religión, la búsqueda del orden, que es amor, pude ser haciendo algún daño, mal a las personas, a la naturaleza, a todo lo que existe? ¿Echar bombas, matar, secuestrar, ejercer la violencia de una manera cotidiana, es amor?
 
7740. Es que todo sueño y lo que sea que deseemos, no es alcanzable. Por lo que hemos de vivir con ello, yendo más allá cuando sea necesario.
Yo tengo el sueño de que no tendré frío este invierno. Pero el frío va a llegar, lo queramos o no, y me va a generar toda clase de complicaciones y problemas –y lo mismo con la calor-. O quiero, proyecto algo como alcanzar la no violencia. Pero me tengo que atener a los hechos. No violencia quiere decir ausencia de división interna.
Así que, David, me atengo a los hechos, que es lo más importante, sin huir de ellos. Y entonces al no haber división ni fragmentación entre el hecho y mi sueño, que es deseo, aparece la inteligencia que aniquila todos los problemas, la ignorancia, la ilusión.
 
7741. El juego de la lotería, ¿no gana quién más juega, el que más dinero tiene? Es decir, los que ya tienen quieren aún más. Pues los que no tienen nada al no poder jugar, nunca les tocará. De manera que prosigue la inmoralidad de los que tienen y no tienen, o los que tienen a costa de los que no tienen.
¿Por qué no vemos ese juego, esa trampa, ese engaño, que nos emboba y cierra los ojos, de manera que no resolvemos los problemas, ya que el problema de uno también es el de todos los demás?
Luego nos quejamos del paro, de la crisis, de la corrupción, sin darnos cuenta que nosotros con nuestro comportamiento también participamos, la provocamos, al generar las circunstancias al preparar el terreno para que germine y  llegue.
 
7742. A ese nivel tan elevado del ámbito de los gobiernos y estados, cuando a uno se le quiere eliminar -ya sea una persona o institución- si se puede se hace. La Iglesia Católica, nunca nadie de verdad -salvo los bolcheviques, los chinos de Mao, o algún país pequeño sin trascendencia ni valor estratégico- han querido o no han podido acabar con ella. Porque es tanto el poder que tiene -no solamente legal-político-burocrático, sino el que le dan sus millones de fieles seguidores, y simpatizantes-, que la medida se volvería contra los que quieren destruirla.
 
7743. Si decimos: ‘Sólo estoy desapegado y veo el espectáculo pasajero como un espectáculo pasajero, mientras que usted se pega a las cosas y se mueve junto con ellos’. ¿Es cierto eso del desapego de algunos gurús, santones ya sean de India como de Occidente?
La mente de usted no es su mente. Su mente forma parte de la mente global, de manera como si fuera una gota de un océano. Por lo que, todo lo que le pasa a una mente de una persona cualquiera afecta a todas las demás, y viceversa.
La diferencia solamente es de grado, de nivel, de plano: un hecho cualquiera a alguien lo puede alterar y a otro no. Pero, si a ese que no ha sido alterado le llega un reto muchísimo más impactante que lo rebasa y desborda, también le llegará la perturbación, la confusión, el desorden. Por lo que se agarrará a algo, se pegará, no habrá desapego total en ese instante ante ese reto.
 
7744. Decir: ‘Yo no tengo el celo misionero en mí o cualquier deseo de salvar a la humanidad’. Eso no nos libra de la responsabilidad que todos tenemos ante nuestros actos y decisiones. Porque según cómo actuemos vamos a afectar de una manera o de otra a todos los demás.
Ya que uno está unido al resto de la humanidad. Si uno destruye un pequeño árbol sin ninguna necesidad, eso va afectar con su vibración que es esa energía en acción a todo lo demás. Si uno es brutal, cruel, con alguien esa explosión de energía negativa llega a los demás contagiándolos de alguna manera.
Es la ilusión del ‘mi’, del ‘yo’ y del ‘tú’, lo que se convierte en la creencia de que estamos separados, divididos. De que nosotros somos únicos, diferentes, mejores que los demás. Pero esa estupidez es la que nos destruye tanto psíquica como físicamente, nos desgarra, nos lleva a la miseria del sufrimiento, del dolor; nos lleva a la miseria de las creencias que generan y provocan las carnicerías con sus matanzas de la guerra.