489. Como todo no tiene fin, puede ser infinito, los regalos y su respuesta en agradecimiento nos lleva a una dinámica de dependencia. Y en toda dependencia está la esclavitud, la ausencia de libertad.
490. El pasado no cuenta para responder a los hechos, que siempre son los hechos que suceden en el ahora. Por tanto todo el pasado, lo que han dicho los otros por sabios y sagrados que nos parezcan, no cuenta, no sirve. Pues lo que ellos dijeron por ser ya el pasado, no puede responder al reto del ahora. De la misma manera que tú no puedes responder a los retos de los demás, lo que les sucede, que también son en el ahora.
Por eso es que nos dividimos del presente, del ahora. Y en esa división está toda la insensibilidad, la ausencia de compasión y de amor.
491. Cuando nos damos cuenta que el pensamiento y el pensador son lo mismo, el velo de maya –la ilusión- desaparece. Entonces la sabiduría –jñana- es la que nos libera del contenido de la mente, que es el pasado que se repite desde millones de años. Y entonces solamente existe el ahora, libre de lo que dicen los libros, lo que dicen los maestros o gurús, de lo que han dicho hace diez mil años o ayer.
Porque si repetimos traemos el pasado, donde la libertad con respecto del tiempo no puede ser. Y la libertad es la inteligencia suprema, lo sagrado.
492. Somos como nos vemos. Pero para saber cómo somos, está el espejo de la relación. Y es en la relación con todo, donde realmente nos vemos cómo somos. Pues la mente tiene la capacidad de inventar lo que ella cree que le conviene. Y sin una buena relación, nada de lo que hagamos no tiene ni sentido ni significado verdadero alguno.
493. En realidad todos actuamos básicamente igual que los demás, ya que todos tenemos miedo a la inseguridad, a lo nuevo. Y eso nos hace celosos, desconfiados, llenos de ansiedad por lo que hacen los demás. Pero la realidad es que los otros también hacen lo mismo.
Por eso cuando lo vemos y lo comprendemos es que somos libres de toda dependencia. Pues la dependencia es miedo, el conflicto entre lo que yo quiero y la realidad que es la que es.
494. El querer, el amar, implica el respeto a los demás. Y el respeto es aceptar a los demás tal cual somos.
Ahora el problema viene cuando los otros también nos tienen que respetar a nosotros. Y ese es el conflicto eterno. Pues hasta que no veamos que el conflicto, que es división, esté ahí, la vida seguirá siendo esta manera absurda de vivir de enfrentamientos y peleas, de brutalidad y malos tratos, de crueldad y violencia, donde todos estamos contra todos.
Ver todo eso, su fealdad y su belleza, comprenderlo e ir más allá de ello, ese es el trabajo de una persona sensible a todo cuanto sucede, que vive en contacto con la realidad, que es lo que está sucediendo ya sea que nos guste o no.
495. ¿El pánico no sucede cuando hay algo que nos desborda? Cuando sucede algo que no nos gusta, algo desagradable, horroroso o macabro, y se instala en la mente sin poder deshacernos de eso, es cuando sucede el pánico.
Los que se dedican al cine o a escribir novelas saben cómo funciona el acceso de pánico, y por eso crean imágenes impactantes repetidamente, acompañadas de música estridente y perturbadora para desbordarnos
Es como si estuviéramos viendo una película de cine y una imagen, un fotograma horroroso, bárbaro, se atascara y no pudieran seguir pasando las otras imágenes que se suceden unas a otras.
Por tanto el problema es, ¿por qué es que nos quedamos, nos atrapan las imágenes, las situaciones que nos generan pánico? La mente es como el estómago, que según lo que le demos va a reaccionar de una manera o de otra. Por eso provocar y estimular las situaciones impactantes, crueles, feas, violentas, inventar realidades de miedo y terror, no es adecuado para que la mente tenga serenidad, armonía.
Desafortunadamente el cine, que es un negocio, y también las novelas, al querer vender para tener abundantes ganancias, crea y editan toda clase de situaciones macabras e impactantes. Para así alterar y excitar a las personas deseosas de que algo les haga olvidar su manera de vivir sin sentido, sin sensibilidad ni belleza.
496. Cuando algo nos interesa vamos a por ello, no importan los obstáculos que encontremos. Cuando un hambriento quiere comer y consigue la comida, no la mira y escudriña, la revuelve y revuelve, habla sobre ella, sino que come.
Por eso en la necesidad hay orden, que es la ausencia de confusión.
497. Todo plan o estrategia constriñe a la mente, la hace incapaz de ser entera, total, sana, con inteligencia. Ya que esa dinámica que hemos establecido como la mejor, no puede vérselas con los retos que son los hechos que nos llegan a cada instante y que por eso son siempre nuevos. Y a lo nuevo, no se le puede responder con lo viejo.
Por eso el pensamiento que siempre es lo viejo, fruto del pasado, de la memoria, no es tan rápido para poder seguir a la realidad de lo que está sucediendo, Ya que está enredado con el pasado que son los pensamientos, dudas, cavilaciones, especulaciones.
Cuando tenemos un contacto directo con la realidad, la verdad, la acción sucede sin ningún problema ni conflicto.
498. El amor y la locura parecen lo mismo, porque el amor está más allá de todo lo establecido. Ya que los que se creen que no tienen nada de locos, ven ese ir más allá como un acto de locura.