Torni Segarra

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499. Si llegamos hasta el extremo de arrastrarnos de rodillas por alguien o algo, es porque lo tenemos claro. Pero eso que has escrito, Adelaida, es una exageración poética. Que no será la realidad hasta que no lo vivas directamente de primera mano. Ese es el problema de la poesía y de lo que se escribe fantasiosamente, que no son los hechos lo que se describen. Ya que los hechos, la realidad, no se puede describir con palabras.

 

500. El dinero hace milagros, si el que compra y el que vende se ponen de acuerdo y se quedan satisfechos, llenos, plenos con sus compras y sus ventas, con los resultados.

 

501. Sin ver lo que es la infelicidad, ¿puede llegar la felicidad? Cuando vemos las piedras en el camino es cuando nos damos cuenta que las tenemos que evitar. Pero si no nos damos cuenta es cuando tropezamos con ellas una y otra vez.

La felicidad no es para todos igual, ya que lo que a alguien le haced feliz a otro no. Pero la esencia de la felicidad es la misma: la ausencia de división y su conflicto que la acompaña.

 

502. Una mirada lo confiesa todo, pero con esa mirada, que es un instante, ¿todo puede acabar en la relación? Pues un mal instante le sucede otro que puede no ser malo. Todo lo que decimos y pensamos, todo lo que hacemos, son pensamientos que se materializan al desarrollarse o no. Los pensamientos son como las olas del mar, que llegan y se deshacen sin parar, son efímeras aunque se desarrollen, ya que a cada instante nacen y mueren aunque parezcan tener una continuidad. Pues la realidad siempre cambiante nos obliga también a cambiar a cada instante.

Hemos de atenernos a la realidad de los hechos, pues cada hecho lleva su consecuencia y reacción. De manera que cada hecho deja su huella, que va a imponerse hasta que sea comprendido y descartado.

 

503. Vivir internamente al comprender que todos somos iguales en lo básico, es la experiencia fundamental en la vida. Pues no somos solamente iguales las personas, sino que somos iguales a todo lo que existe. Pues según tratemos lo que tenemos entre manos, eso va a reaccionar como lo hacemos todos, y lo hace toda la naturaleza. Un maltrato a un árbol, está en la misma dinámica que un maltrato a una persona o animal. Y lo mismo se puede decir que sucede al maltratar a una máquina, la ropa, los libros, los muebles, pues ese daño que les provocamos va a desencadenar en su ámbito y nivel lo mismo que nos sucede a nosotros: generarles algún daño, algún mal.

 

 

504. ¿Es posible vivir sin que nos lastimen? La vida es destrucción, amor y construcción. De manera que no podemos huir ni cambiar esa dinámica, ese paradigma. Por lo que sin ser vulnerables, la vida no podría ser como la conocemos. Ya que todos somos dependientes unos de otros, queramos o no. En el trabajo unos nos mandan y otros obedecen, aunque eso no nos guste; en las relaciones, sean íntimas o no, también sucede lo mismo pero más cambiante al alternarse los papeles dominantes a cada instante.

¿Podemos tener amor sin ser vulnerables? No lo podemos, porque sin vulnerabilidad la cadena de relación por lo que la vida puede funcionar se rompería, no podría existir. Y eso no puede ser, porque la vida y su realidad son más poderosas que todo lo que nosotros queramos, deseemos.

 

505. ¿Quién es el autor de los libros llamados sagrados? Evidentemente son los hombres, los que primero hacían los relatos verbales y luego otros los escribían. Eso parece evidente, lógico, razonable.

 

506. Todos creemos que necesitamos, y somos capaces de recibir, más de  lo mejor de los otros. Por eso cuando alguien lo reclama, eso mismo es lo que también hacemos nosotros. Pues ahí está la esencia y la raíz de la vida: en pedir y en dar, en necesitar y en coger.

 

507. El amor que es la vida toda, nos proporciona los problemas que van inherentes en la vida. El amor no nos quita los problemas, hace que los comprendamos, aceptemos totalmente de manera que ya no son vistos como problemas.  

 

508. Todo lo que somos internamente, de una manera o de otra, sale y se manifiesta en la manera de vestir, de hablar y escuchar, en la manera como miramos, en la vibración que transmitimos en la presencia de los otros. Pero eso no es el problema, porque eso no se puede cambiar. El problema está en nuestra acción, en lo que hacemos, ya sea en las relaciones, con el dinero, con lo que tenemos, qué hacemos con el tiempo, en qué lo dedicamos.

Pues los la acción, los hechos, habiendo visto lo importantes que son, son los que van hacer que nuestra vida tenga una dirección u otra. Y entonces los sentimientos, las vibraciones, lo que llegue a los demás, no nos generarán problemas.

 

509. ¿Lo real y verdadero –no lo que queremos nosotros caprichosamente- llega con el esfuerzo? El esfuerzo es tan destructivo que lo que genera es lo que queremos pero con el precio de los malos tratos, al brutalidad,  la crueldad. ¿Por qué no tenemos la actitud de estar atentos y alertas a lo que sucede, sin desear esto o aquello, sin querer provocarlo?

La paz, el orden, el fin de la confusión, llega cuando no maquinamos ni queremos traer o quitar algo que está ahí. Pues no hay ningún problema de conciencia, que es el recuerdo del pasado de algo que no hemos hecho adecuadamente.

 

510. Alguien corrupto, inmoral, generador de enredos confusos y malvados, capaz de usar violencia ¿qué puede ofrecer para resolver los problemas?