7143. Como todo participa del infinito, la información también es infinita. Por lo que si no estamos atentos, nos hacemos adictos a las informaciones sean las que sean, sin tener nunca bastante información. Y así nos generamos confusión, nos generamos un entretenimiento, que nos distrae de la verdad, que siempre es la libertad con respecto a todo lo mundano.
7144. La mejor sensación del mundo es la paz interior. Es decir, estar libre de división y conflicto interno.
Todas las sensaciones si no estamos libres de conflicto, están mediatizadas, contaminadas, por el miedo. Pues la división interna genera inseguridad y miedo con respecto a todo: a las personas, a lo nuevo, a lo viejo, el pasado, al futuro.
7145. Si fuéramos pocos, mientras no estemos libres de división y conflicto, los problemas proseguirán. En lo que ahora es Estados Unidos, antes de invadirlo los europeos, hace cuatrocientos años, había muy pocos pobladores aborígenes -se calcula que unos diez millones-. Pero todos se peleaban y hacían la guerra entre ellos.
Y eso mismo también sucedía en Sur América, África, en todo el mundo, que todavía no estaba superpoblado.
7146. Sin un sentimiento de unión con todo, que genera plenitud. La dicha y la felicidad, no puede ser. Pues la división es lo que nos separa de los demás, ya sean los hombres, los animales.
La división, que nos fragmenta internamente, nos separa de todo lo que existe: del día, la noche, del frío y el calor, del viento o la calma, de la lluvia o la ausencia de ella.
7147. ‘India es importante para el mundo, y para muchos de nosotros, en occidente.’
India tiene una filosofía que algunas personas en occidente la comparten. Pero eso, a algunas de esas personas las deslumbra, hacen de la India como un nacionalismo a escala global, con su jerga, sus costumbres, sus religiones, su folclore, como un lugar santo al que ir, pelegrinar. Por lo que todo es una ilusión, una inflamación, una moda que según las circunstancias se acrecienta o disminuye.
India es un país como cualquier otro. Por la sencilla razón, que allí viven personas. Y las personas todas somos iguales en las necesidades básicas. Así que, los problemas que hay en India, también los hay en occidente, en cualquier lugar del mundo. No los problemas son de hora, sino desde hace un millón de años.
Por eso, todo el problema es interno, está dentro de nosotros, de cada cual. Y ese problema interno, que es la división, cuando sale fuera genera todos los problemas que tenemos en la actualidad. Por lo que el problema no es hindú, europeo, africano, americano, asiático. El problema es de toda la humanidad, de cada uno que está pisando la tierra y tiene que vivir de la manera que sabe. Y vivir quiere decir sobrevivir a las dificultades, que son los problemas viejos, los nuevos, del presente, y los del futuro.
¿Cómo responder a esos problemas que nos llegan, que son los retos a los que hemos de encararnos queramos o no? La respuesta ha de ser personal, de cada uno. Porque si se organizan las respuestas generaremos el mismo desorden que queremos descartar. Que es lo que hacen las religiones organizadas, que nos dividen unos de otros.
7148. ‘Innumerables formas corporales son la consecuencia de las fricciones de los cinco elementaos en el espacio exterior. Su comportamiento y las actividades se deciden por ahí, pero su impacto se hace sentir en la tierra. Las acciones de Hitler fueron a causa de lo que sucedió en el espacio antes de su nacimiento. El alma individual es debido al cuerpo, y debido al conocimiento. Uno tiene que sufrir, no hay ninguna cuestión de mérito o pecado, una persona sufre a causa de saber interior. Uno que escribe sobre ciencia, ¿dónde está posicionada? Él no sabe nada.’
Cuando hacemos algo, ya sea lo que se dice malo o bueno, nosotros sólo somos los ejecutores. La ignorancia cree que somos nosotros los únicos que lo hacemos, los únicos directores. Pues uno viene de algo, de otras personas, que también venían de otras personas. Y así hasta el infinito. Pues cuando uno recibe un impacto, ya sea físico o psicológico, responde. Y actúa de manera que está más allá de lo que se llama el juicio, el razonamiento, la lógica.
Hace dos mil años, los romanos se divertían en espectáculos viendo cómo se destrozaban, mataban, luchando las personas, que estaban condenadas a vivir haciendo eso; y como las bestias se comían vivos a las personas, que eran consideradas como un peligro. Y ellos lo encontraban tan natural, porque había habido unas consecuencias que les había llevado a esa moral.
Y lo mismo sucedía con la esclavitud, donde las personas trabajaban sólo por la comida y el lugar donde dormía, sin ningún derecho. Pero las autoridades respetuosas –las religiosas, las civiles, las personas influyentes- lo encontraban como algo natural, de siempre, que tenía su función.
Y ese mismo fenómeno de la necesidad que está más allá de nuestra voluntad, es el que hacía las cosas necesarias para que esas cosas que nos parecen extrañas –el circo romano, la esclavitud- desaparecieran tal y como eran. Aunque con ello se tuviera que usar la violencia, la guerra.
Así que nosotros somos como una barca, o un gran barco –ya que para la inmensidad del océano tanto da-, que estamos al albur de los vientos, las tormentas y mareas, la calma y la tranquilidad. Y lo que éstas nos generan de miedo, temor, pánico, o tranquilidad y gozo. Y son todos esos resultados que actúan en nosotros, lo que nos hacen que actuemos de manera que nos parece demencial, o sabios, héroes, buenas o malas personas.
Por eso todo juicio, con su ensañamiento, es ignorancia, es no comprender como funciona la vida, el universo. Sin darnos cuenta que cuando pedimos venganza, un juicio, estamos actuando como esos que queremos acusar y destruir: como marionetas de nuestro destino, sin descernimiento para poder actuar con compasión y amor.