Torni Segarra

Seleccionar página
7134. Cada vez estoy más sorprendido, asustado de lo represivo y criminal que el hombre puede llegar a ser. Incluso prohibir una inocente rondalla. Y es que hay personas desgraciadas que, por su manera de vivir corrupta e inmoral, sólo ven que posibles enemigos por todas partes.
 
7135. Todos podemos ser fieles e infieles. Pero ese no es el problema. Ya que el problema es: ¿por qué hemos inventado la fidelidad, por qué queremos que nos sean fieles? Cuando al ser fiel a alguien dejamos de ser libres.
Pedimos fidelidad por lo mezquinos, por lo poca cosa que somos, porque queremos estar seguros. Pero la seguridad no existe ni puede existir en absoluto. Por lo que pedimos un imposible. Y así nos va.
 
7136. Eso mismo pasa con un grano de arena, que según como la vemos -en una muy potente lente- podemos ver un mundo en él.
Eso quiere decir, lo poco que sabemos, lo poco que somos. Porque lo que es más sorprendente, perturbador, es que siempre se puede ir tanto hacia lo que es más pequeño, como hacia lo que es más grande.
 
7137. A los corruptos les pasa lo mismo que a los drogadictos. Tienen la posibilidad de tocar el dinero abundante y el poder, que les proporciona grandes momentos de placer. Y cuando empiezan -si la coyuntura es favorable: nadie se entera ni se les dice nada- cada vez están más enganchados al dinero, al poder, y a ese  placer que proporciona.
Por lo que ya actúan como unos adictos, enfermos enganchados, que no tienen vergüenza en negar lo evidente.
Siempre ha sido así. En una dictadura pasa lo mismo, pero nadie dice nunca nada. Ya que los medios de comunicación están intervenidos por la censura. Donde si  el director no es a fin al régimen no es nombrado. Porque en una dictadura, los que están en su contra son como los apestados que el poder, los que mandan, tiene sus filtros por los que todos pasan y detectan.
Recordemos que un dictador no puede triunfar ni mandar, si una gran cantidad de la población no le es fiel y obedece. Donde ellos actúan también como dictadores en su ámbito de su vida cotidiana..
En las democracias les pasa lo mismo: si una gran parte de la sociedad no vive su vida democráticamente, no será posible que la democracia prospere, pueda ser.
 
7138. Cada generación tiene su música. Cuando uno nace –y crece- el mundo al que llega ya está constituido, con sus necesidades, sus costumbres, sus modas. Y una de esas modas es la música. Por lo que uno está condicionado a escuchar una determinada música, sea cual sea, buena o no, nos guste o no. Pero, lo curioso es que la música actual, la nueva, siempre nos cae simpática por eso es que la escuchamos.  
Ahora bien, hay algunos que aunque no tengan más remedio de escuchar la música que se hace, la actual que está de moda, también escuchan la música que se compuso y escuchaban en otras épocas, otros tiempos pasados. Pues son tan buenas, que aunque pase el tiempo siguen siendo atrayentes, cautivadoras por su calidad y vultuosidad.
 
7139. El sufrimiento se tiene que comprender para así ir más allá de él. Porque el sufrimiento, que es algo al que no se puede vencer, siempre estará con nosotros. Por eso, si lo comprendemos el sufrimiento tiene otra dimensión, ya que le encontramos su sentido, su presencia ineludible.
 
7140. Esas inversiones, Jesús, que hicieron para construir la torre Eiffel, que decían que eso representaba el progreso, la modernidad, es la misma excusa que esgrimen los corruptos de hoy en día para hacer sus proyectos que acaban en ladronerías. Pero los que dicen esa tontería, no cuentan los que se morían por una nula asistencia sanitaria, los que se morían de hambre, la ausencia de la más elemental instrucción, educación.
Y eso también sucedió con la invasión de América por los europeos. Dicen los eruditos que entonces en España había un millón de habitantes. Pero la miseria, el hambre, la falta de lo básico para que la vida no fuera un tormento estaba ausente. A los reyes no les importaba en absoluto. Y por eso invertían su energía y dinero en una huida hacia delante con aventuras para invadir, matar, y robar todo lo que podía allá donde iban.
Y los que mandaban también hablaban de modernidad, de progreso, de la bravura y valentía de los marineros, etc. Como ahora hacemos con los cosmonautas.
No quiere decir que estamos contra el progreso, la modernidad, sino que primero están los seres humanos, los menos afortunados, los que son explotados sin ningún rubor, ni moralidad.
 
7141. ¿Podemos saber qué es el Nirvana? Para saber lo que es algo, hay que tener una referencia, ¿no? Lo bajo es en relación con lo alto, el silencio es en relación con el ruido. ¿Hay algo que se pueda comparar, cotejar con el Nirvana? Y el que dice que está en el Nirvana, ¿cómo lo sabe? Hay alguna autoridad que pueda decir que uno está en Nirvana. Y ese que lo sabe, ¿cómo lo sabe, qué le da la seguridad para decir que él está en el Nirvana –de lo contrario no tendría sentido decir a otro está o no en Nirvana?
Por lo que, todo parece tan infantil, banal, superficial. Porque todo es un producto de la mente, que tiene la capacidad de inventar todo lo que cree necesitar: la seguridad psicológica, interna, espiritual. Pero la seguridad no existe en absoluto.
 
7142. Las autoridades, los que mandan, cuando ven el peligro muy cerca de ellos en primera persona, es cuando también se vuelven más peligrosos. A veces, sin dar cuenta o no, encienden el fuego del racismo para así intentar solucionar un problema. Pero esa práctica genera un incendio de racismo, que los más subdesarrollados mentales se lanzan a avivarlo echando más combustible. Con las consecuencias de actos de crueldad, brutalidad, violencia.
Lo que no soluciona el problema, sino que se hace más grande y peligroso. Porque provoca la agresión y su respuesta.
Puede que las autoridades tengan sus motivos ante unos actos también crueles, violentos, asesinos, para responder. Pero no lo pueden hacer, de la misma manera que lo hacen los que quieren sancionar, detener, etc. Porque se supone que la autoridad, tiene la suficiente capacidad e inteligencia para gestionas los problemas, los conflictos que se generan entre las personas, los ciudadanos, sean quienes sean, de manera que sea pero sin crueldad ni violencia.