7465. De una manera o de otra, tanto Ahimsa -la no violencia- como Khadi -conexión y amor a la naturaleza- no parecen aparentemente afectar al mundo. Ya que cada vez los armamentos son más eficaces a la hora de asesinar en masa; y a la naturaleza la maltratamos cada vez más.
Pero eso, en realidad no es nuevo. Ya que siempre ha sido así. Es decir, hace cien o doscientos años éramos igual de crueles y violentos como lo somos ahora, pero no habíamos desarrollado aún la técnica de manera que los armamentos eran menos eficientes. Y también doscientos años atrás, no nos habíamos desarrollado de manera que no teníamos aún las maquinas, ni los avances químicos, tecnológicos, que tenemos ahora, que es lo que destruye a la naturaleza.
Lo que quiere decir, que desde hace un millón de años vivimos con el mismo paradigma de confusión y desorden, conflicto, de enfrentamiento con sus respuestas que nunca se acaban. Y esos conflictos que tenemos, primero dentro de nosotros, cuando salen al exterior van a generar la competitividad para ser más que los otros, para tener más abundancia de todo. Lo que quiere decir a nivel de nacionalismo, más producción, más armamentos, más derroche de todo porque siempre queremos vencer al otro, a los otros que los vemos como nuestros enemigos, competidores.
O sea, que vivimos para prepararnos para el enfrentamiento, el conflicto, la guerra: cada país tiene un conflicto latente o activo con sus vecinos, ya sean cercanos o lejanos. Porque nosotros, cada uno también tenemos conflictos con las personas con quien convivimos, en el trabajo, en el vecindario, con los amigos, con la autoridad y sus representantes.
¿Podemos liberarnos de ese conflicto, que es nuestro condicionamiento? Solamente viviendo con él, sin huir ni reprimirlo, sino estando atento a todos sus movimientos, que el conflicto y la división que lo genera no son.
7466. El tigre no está muy a gusto entre los humanos. Y por eso hace la cara de pocos amigos. No se ve feliz. Está humillado ante un humano.
7466. Tanto la carne, como los vegetales están contaminados. Porque los productores quieren ganar mucho dinero. Y sin las medicinas, los productos químicos, los abonos, los conservantes, las hormonas del crecimiento, etc., no habría las ganancias que tienen ahora.
Respecto a la pregunta: ¿Porque hay tantas enfermedades, por qué será?
¿Es porque vivimos más tiempo por los avances científicos, por estar mejor alimentados, por la higiene, etc.?
7467. Voy a intentar contestarte, Carmen. Primero, Podemos no le interesa la independencia de Cataluña. Porque ellos son nacionalistas centralistas españoles, como el PP y el PSOE. Pues, como lo son, necesitan los votos de todo lo que conforma España.
Ellos pueden decir lo que quieran, pero su estructura nacionalista centralista no le permite nada más que hacer declaraciones. Porque sus votantes de Extremadura, de Andalucía, de Madrid, de las Castillas, etc., no aceptarían que una parte de España se independizara. Los nacionalismos están en la sangre de los que creen en ellos, tienen tanta fuerza y energía como la que proporciona la religión folclórica católica -vírgenes, patronas, santos locales, semana santa, patronos, etc.-, los toros, el fútbol.
Decir que ‘no creemos en las fronteras, vamos hacia un mundo global y cada vez importa menos sí vives aquí o allí’, eso es una cosa pero la realidad es otra. Las fronteras divisivas existen porque nosotros las generamos, las llevamos dentro. Mira las parejas están divididas muchas se separan. Y las que no viven juntas, pero a la vez separadas. En los países sucede lo mismo, todos están separados, por eso todos tienen fronteras. En tiempos favorables, nos hacemos cosmopolitas, todo lo hacemos fácil, tenemos más margen de apertura. Pero cuando todo eso pasa a peor, entonces somos racistas peligrosos, brutales, crueles. Conozco personas muy pobres, que necesitan ayudas sociales, que dicen que la culpa de su mala situación la tienen los extranjeros.
Lo que le sucede a tu hija, que ha vivido en varios sitios y legares diferentes, eso es algo excepcional. La mayoría no tiene la posibilidad de tener tanta movilidad. Además por mucho que nos movamos, vayamos a vivir a varios lugares diferentes, o a viajar sin cesas, eso no significa que estemos liberados del nacionalismo, que pasemos de todo eso que lleva consigo. Pues los políticos, los que mandan, los poderosos, son de los que más se mueven y viajan, y sin embargo sufren las mismas penalidades de la identificación nacionalista, ya sea estatal, regional, local.
Conozco a personas que viven en pueblos de unos doscientos habitantes, donde no hay ni tiendas ni barberos, que dicen que aquello es lo mejor, que no quieren salir de allí.
Es una ilusión creer que el político es diferente de los que les votan. Cuando son lo mismo, al igual que tú y yo somos básicamente iguales en lo psicológico: necesitamos afecto, seguridad, cubrir nuestras necesidades, necesitamos un ambiente saludable, con personas honestas, libres, ágiles mentalmente, necesitamos compañía para no sentirnos solos. ¿Dónde está la diferencia entre una persona y otra. Todos pisamos la misma tierra. Y todos tenemos los mismos problemas de relación, existenciales, de sufrimiento, de angustia, de dolor. Porque todos participamos –no importa el papel- del mismo drama de la vida.
Así que si somos serios, si queremos una sociedad sin corruptos, sin personas que hacen de la política un medio para enriquecerse, con toda la vanidad que eso lleva consigo, somos cada uno los responsables de que eso sea así, empezando por nosotros mismos. Es absurdo, sin sentido, pedirle al otro que haga algo que nosotros no hacemos. Si no queremos corrupción, nosotros la hemos de descartar de nuestras vidas. Con afecto.
7468. He leído tu escrito de ayer, 29.11.214, ‘Podemos ya gobierna’. Gracias.
Según tú dices, Podemos no es un voto, es una amenaza de voto a los viejos partidos a los que tú y todos habéis apoyado, tolerado siempre. Y eso está muy bien: descartar lo negativo.
Ahora bien, si Podemos es sólo emoción, sentimentalismo de una clase, una casta de desencantados, resentidos, llenos de odio y sed de venganza -aunque estén en su derecho de serlo-, entonces políticamente están acabados.
Porque la política es intentar poner orden en la sociedad -que funcionen todos los servicios correctamente, no con desorden y confusión-. Por eso, ese orden no tiene nada que ver con la emoción, las utopías, el romanticismo que nos provoca los sentimientos personales, porque todo eso nos distrae, nos hace que aparezca el egotismo, el partidismo y sectarismo, con sus divisiones, desavenencias, conflictos, con toda la pérdida de tiempo.´
Es preciso que sepamos lo qué es lo que queremos. Si es orden lo que querernos, hemos de ser rectilíneos, hacer de ese orden la misma esencia de la política. De lo contario la política serán como los mismos perros pero con distintos collares.
Yo no creo en la política como medio de poner orden -solucionar los problemas de las personas-. Porque para que alguien pueda poner orden, él lo ha de tener de manera natural en su vida: en cada acto que hace en su vida cotidiana. Pero sé que a pesar de eso, alguien se tiene que encargar de dirigir la administración para que todo se ejecute de la mejor manera posible.