La diferencia que podemos hacer es descartar lo negativo, para que llegue así lo adecuado y correcto. Lo negativo es el desorden, que genera división y conflicto.
El buscador lo tiene muy fácil, sin necesidad de libros ni maestros, ni grandes especulaciones psicológicas, sólo tiene que ver dónde está lo negativo y descartarlo radicalmente. Y, en el mismo acto de ver, se produce la acción sin división alguna entre yo y el reto, la respuesta, lo que hago.
Si uno no quiere nada, entonces ha descartado el devenir. Solamente tiene el flujo que da la vida.
La causa genera el efecto. Y a su vez, el efecto provoca otra causa. Y así hasta el infinito. Seguir con esto, es especular, un juego de palabras.
La mente no es capaz de ver la realidad en toda su totalidad. Si tu haces un hoyo para plantar un árbol, en ese trozo de tierra hay una conmoción con todo lo que vive allí: lombrices, larvas, hormigas, etc., ¿cómo pueden ellos saber porqué sucede todo eso?
El cerebro es una grabadora que nunca cesa en su trabajo. Lo que le sucede al cerebro es lo mismo que le sucede al estómago: si le damos malas visiones, malas emociones, si no nos atenemos a la realidad y a lo verdadero, se altera y se deteriora.
Vanesa, Jiddu Krishnamurti ha escrito y publicado mucho y si uno tiene la posibilidad de conocerle a fondo, se da cuenta que parece contradictorio. Pero no lo es, al igual que nosotros tampoco lo somos, porque la totalidad de la realidad abarca que digas que te gusta lo amargo y al cabo de un momento o unos días digas lo contrario.
JK, cuando le decían lo que tú dices ahora, que te parece impositivo con "el debe", "debe ser", etc., y por tanto contradictorio, decía: ¿por qué tienen una imagen de mí? Yo no soy esa imagen.
El pensamiento puede pensar todo lo que quiera, pero no puede descubrir lo que sucederá en el futuro. Es la ilusión, que es ignorancia y miedo, la que se devanea inventando lo que cree que podría ser. Por lo que vivimos una vida de tortura y martirio.
El problema es que a Dios no se le puede llamar ni Él escuchar. Porque, a Dios no hace falta que le hablen ni le digan nada, porque Él lo sabe todo.
Por lo que, todo es una ilusión, una alucinación y delirio, creyendo que hay una división entre "yo", que pido y llamo, y el generador de todo esto que es el mismo "yo", es decir mi mente. Si nos damos cuenta que el pensador es lo mismo que el pensamiento, que el "yo" es lo mismo que el macro y súper "Yo", entonces toda esa ilusión desaparece.
Cuando uno se da cuenta de que el observador es lo observado, entonces es cuando el velo de la ilusión queda despejado.
Lo diré de otra manera, cuando el pensador se da cuenta que es lo mismo que el pensamiento, toda división entre "tú" y "yo", el "nosotros" y el "ellos", cesa.
Lo que no se hace bien, queda no-concluido. Por eso, todo error es algo que siempre se tiene que repetir. No así la cosa hecha adecuadamente, que al consumirse toda la energía en el proceso de la acción, todo queda acabado y sin dejar ningún residuo ni malos resultados.
Y por eso, el fin del karma es cuando llega el amor, que todo lo destruye y purifica.
Mientras no nos deshagamos del conflicto, que es lo que genera la división, no habrá manera de realizarse. Así cuando uno está más allá de la división, es cuando está realmente conectado con la vida.
Cuando uno tiene una avalancha de ira, de enojo, no hay manera de detenerla, ni por la introspección ni por nada. Solamente uno no tiene que huir de ese momento, de ese estado que nos resulta indeseable. Porque, al no huir se genera la unión con esa ira y entonces cesa y desaparece.
En el caso de que en una tormenta dentro del mar encrespado, uno piense cómo se salvará o lo vea como un monstruo, etc., eso no tiene ninguna importancia. Lo importante, es no huir del reto. Porque en toda huida, hay división y hay conflicto, lo que lo agrava todo.
Respecto al hábito de pensar, hay que aclarar que el pensamiento solamente tiene utilidad en el ámbito técnico y científico, en las tareas domésticas como cocinar o enseñarse un idioma, etc. Pero, en el ámbito psicológico y espiritual el pensamiento es un obstáculo y un impedimento.
Hay algo perturbador: hay infinitas posibilidades para decir que no sé, pero también hay infinitas posibilidades para decir, en un momento dado, yo sé. Y lo más perturbador todavía es que eso les pasa a todos, lo digan o lo escondan.
Por tanto, todo puede ser como no puede ser. Así que cada cual que haga lo que tenga que hacer.
El ego probablemente sea el primer síntoma de la locura de la especie humana. Y como todas las enfermedades, uno lo tiene que amar. Para así comprenderlo a todas horas.
Todas las prácticas espirituales son una especie de brujería consentida y blanqueada por la falsa piedad y la beatería.
Cuando uno está en trance, no hace falta escuchar. Porque solamente en ese estado sólo se puede amar.
El que sabe, sabe que todo es inconsistente, cambiante y sorprendente. Por tanto, el que hace algo que decía que no se podía hacer, el sorprendido es el que lo observa, no el que cambia y recambia pues el tiene sus necesidades fundamentales, ya sean biológicas o espirituales.
No se trata de decir o no decir. Una persona que ama, ¿por qué tiene que querer huir? Pues en la huida todo lo que llega es más de lo que se huye. No has visto que no se puede huir del ego, del "yo", es como querer deshacerse de la sombra que uno proyecta.
Si decimos que la vida es una enfermedad, es una tontería. Así mismo, si decimos que la vida es una maravilla deliciosa, también es otra tontería.
Hay que nadar a favor de la corriente, pero sabiendo que hay una corriente para salir.
¿El amor puede tener algún contrario? No. Porque el amor integra a lo que decimos que es lo contrario.
Si viviéramos mirando el infinito o la eternidad, comprenderíamos y entenderíamos lo que sucede.
No se trata de crecer, porque eso implica tiempo, un método, una práctica, etc.; y todo eso, se convierte en una trampa de la que nunca se sale. Se trata de ser sensible al dolor y al sufrimiento, a la belleza y la dicha del vivir. ¿Cómo llega esa sensibilidad necesaria para percibir dónde está lo negativo y descartarlo radicalmente? Uno tiene que verlo, descubrirlo por sí mismo.
Mejorar psicológica y espiritualmente no es posible. Pero, no es lo mismo cazar un pato para comer, que asesinar a cien.
La ausencia de pensamiento, quiere decir que éste puede ser mecánico y no mecánico. Porque el amor, que siempre es lo nuevo, todo lo abarca e integra.