* Sí, es una desgracia que tengamos odio. Pero, si somos serios, profundos, veremos que el odio es algo que todos experimentamos. Cada uno lo siente de una manera personal. Pero, básicamente tiene una causa común.
Pues, todos hemos de vivir. Y vivir significa cubrir unas necesidades: alimentarnos, tener un lugar donde vivir, etc. Y con estas necesidades, podemos desarrollar confusión, desorden, odio, por conseguirlo.
Pero, hay otro odio que son celos, son provocados por la vanidad, la envidia. Por un mal estar interior, psicológico, que se manifiesta en agresividad, en brutalidad, en violencia.
Las parejas, se tienen ambos, se aman, tienen sexo, tienen una posición social, un buen lugar de trabajo, tienen dinero, tienen hijos o no, pero se odian, se pelean, viven en conflicto. Lo que quiere decir que el odio es poliédrico, transversal, común a toda la humanidad.
¿Podemos deshacernos definitivamente, de ese odio que está ahí dentro de nosotros? Parece ser, que no. Por lo que hemos de gestionar, ese odio que forma parte de la vida. De nuestras vidas, de todas las personas, de todos nosotros.
Que podamos entender la realidad. Y así, tendremos orden. Gracias por tus palabras, el comentario.
* ‘Ser bueno es no seguir a nada ni a nadie’.
Incluido a nuestras ideas, lo que creemos que es malo o bueno. Por eso, todo el problema consiste en poder ver tal cual somos, en realidad. ¿Se puede hacer eso, pasar de la vanidad, de la egolatría, de lo que dicen los libros, los gurús? Eso puede que no sea posible.
Pero, decir que hagamos lo que hagamos, hemos de cargar con nuestras miserias, tal vez nos libraría de la autoridad, de la dependencia de los maestros, esos que creemos que ellos sí que saben. Cuando son como nosotros, salvo que tienen más palabras, más folclore, más mundo, menos vergüenza.
* Los gobiernos para poder actuar, gobernar, es necesario que tengan la mayoría absoluta en los Parlamentos. Y pueden promover, legislar, lo que ellos necesiten para gobernar.
* ‘Lo que rechazas te posee, Lo que aceptas, te transforma’.
¿Y la indiferencia? Pues, para rechazar, aceptar, ha de haber un vínculo que nos relacione, nos una, que es lo conocido. Por eso, la indiferencia es el desconocimiento, la ausencia de algo que nos relacione con los demás. Aunque en las buenas relaciones, no es preciso la comunicación directa, verbal, emocional. Sólo falta tener orden, una vida de orden. Pues, ese orden, es el que nos une, nos relaciona con todos. Lo veamos o no, seamos conscientes o no.
* En la vida no hay reglas ni normas, para poder solucionar el problema de la vida. Pues, en la vida no hay seguridad. Sólo existe la total y absoluta inseguridad.
* No solamente es una sola persona -Trump- la que quiere construir el muro, para prohibir, rechazar, a los inmigrantes. Son todos los que lo votan para que gane el poder y gobernar.
* ¿Todo proyecto, toda la ley, norma, etc., puede ser verdadera, si va a favor de los poderosos, multimillonarios, los corruptos, etc., y en contra de los menos afortunados?
* ¿Qué es un ser humano? ¿Por qué decimos, creemos, que las mujeres no tienen la misma libertad religiosa que los hombres? ¿Todos los seres humanos no son iguales? Tan fácil que es el decirlo. Y tan difícil que es de vivirlo por los fanáticos, integristas. Que actúan contra las mujeres, como si fueran racistas, xenófobos, crueles.
¿Todos no somos básicamente lo mismo? La religión es libertad, igualdad, justicia, compasión, amor.
* Por supuesto, eso es lo que hay que hacer: ir más allá de todo lo conocido, que es todo nuestro condicionamiento. Que nos llega desde no sabemos desde cuándo, desde dónde. Pues, sabemos lo que es el condicionamiento familiar, del grupo, de la religión, la política, la cultura. Pero, lo que hay más allá desde hace tres cientos mil o varios millones de años, eso no lo podemos saber.
Podemos decir que venimos de los neutrones, de la célula, etc. Pero nada más. En realidad, somos poca cosa, sabemos muy poco.
* Lo diré de esta manera. Cuando caminamos por la calle, por el campo, o un parque, sabemos que podemos encontrarnos con algo. Pero, no lo buscamos. Pues, ello se tiene que manifestar, aparecer. Sin deseo de querer algo, esperar, encontrar. Pues, todo eso es la acción del ‘yo’, confuso, divisivo.
* Ser bueno, tener y generar orden, ¿no es el fin del conflicto? Pues, donde no hay conflicto, está el orden. Este orden que no es de nadie. Donde no hay dualidad, ni mal ni bien. Sólo percibir lo que está sucediendo.
* ¿Básicamente, la filosofía no es observar lo que está sucediendo, tanto dentro como fuera de nosotros? Pues si estamos observando, percibiremos lo que es la realidad. Observar no con una intención, para buscar esto o aquello. Si no, mirar en todas direcciones, todo lo que está aconteciendo, sin ninguna intencionalidad.