* “No sé si existe un alma gemela para cada uno de nosotros, pero sí sé que existen en el mundo que están muy cerca de serlo. Personas que encajan en nuestra vida de forma perfecta. Que ven la vida como tú. Que no necesitan un mar de explicaciones para entender tu causa. Que te aceptan y aman con todo lo bueno y con todo lo malo que cargas. Personas que te acarician con su trato. Que juegan siempre de tu lado. Que no escatiman en nada para hacerte sentir especial, pleno y amado. Estas personas existen. Son reales. No son una utopía ni tampoco cosa falsa. Personas que cuando te abrazan, te hacen temblar la mente, el cuerpo y el alma».
Primero que nada, hay que decir que todos los terrícolas, estamos programados de la misma manera: sobrevivir a toda costa, sexo, persecución del placer, deseo de seguridad, miedo al sufrimiento, al dolor, a la muerte, etc.
O sea, que todas las personas somos gemelas. La diferencia es de nivel, grado: unos son más parlanchines, otros silenciosos, callados, unos lloran más que otros, unos trabajan menos que otros. Todos nos tenemos que relacionar con todos.
Y si eres afortunado, verás que todos pasamos por lo mismo.
* “El grado de molestia es directamente proporcional al grado de resistencia”.
¿Seguro? Estamos en la playa, un día de mucho calor, de manera que la arena que está lejos del agua, quema los pies. O sea, que no hay que hacer nada, porque hacer algo sería resistencia, división, conflicto.
La solución es como la que tiene el médico, tiene que operar a un paciente y ve que hay que cortar algo. Si lo corta está resistiendo, ¿no? Si no lo corta la enfermedad puede ir en aumento y matarlo. ¿Qué hará?
A nosotros que nos importa. Dejemos de charlar como si fueran las adivinanzas de los jovencitos juguetones y de los viejos aburridos.
* He leído un centenar de libros de JK. He visto muchas charlas en videos. He leído sobre él, de las personas que lo cuestionaban aun trabajando cerca de él.
Y nunca apareció eso de que ‘La inmortalidad de la persona es. Real. Existe. También Krishnamurti lo declara’.
Yo digo que no se nada: no me atrevo a decir que no ni que sí. Ni me importa lo que sea.
Pues eso parecen juegos de niños ociosos, aburridos.
* Por eso, el observador es lo observado.
Todos somos básicamente iguales en lo psicológico.
Todos pasamos por lo mismo: dicha y alegría, miedo, dolor, inseguridad. Deterioro, la enfermedad, la muerte.