Torni Segarra

Seleccionar página

* «Sé gentil. Nunca dejes que el mundo te haga intolerante. Nunca dejes que el dolor te haga odiar. Nunca dejes que la amargura te robe tu dulzura».

Para que eso sea, uno ha de ser perfecto. Pero nadie es perfecto; y tal vez, no lo podemos ser.

 

* Una persona absolutamente religiosa, acepta lo que sea, lo que el destino le da. Le obliga.

Por ejemplo, a respirar, a comer, dormir, beber agua, calentarse, refrescarse.

 

* ‘No hay nada ni no nada’.

¿No es lo mismo?

 

* Juzgar a una persona, es de lo más peligroso. Porque a una persona, nunca se la conoce del todo.

Y si se la conoce, ve todo el correlato de su vida. Es decir, uno hace lo que tiene que hacer -que vendría a ser, lo que le mandan que haga el universo-.

Igual como tú, hay algo que te ha llevado a juzgar a una persona, sin saber ciertamente, por qué esto ha aparecido en tu vida. Por eso, no te juzgaré, como no jugo a nadie.

 

* Cada uno que haga, lo que tenga que hacer.

 

* “¿Cómo es amar?

Yo tengo un secreto que le cuento a todo el mundo.

Amar es, quitarse la máscara y desnudar el alma, aunque, a veces duela, saber que te van a rechazar. Siempre nos tenemos un@ mism@, como una grandeza de la existencia del ser, cuando todo lo demás falla.

Pon atención en ti y me estarás entregando lo más maravilloso de tu ser con tu presencia, que se quedará en mí, como un regalo que llevaré, conmigo siempre”.

 

Realmente no podemos amar a todo lo que existe.

Para vivir unos, han de morir otros.

 

* Tu modo.

La libertad es amor.