Torni Segarra

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* «No juzgar es no crear dualidad».

Si juzgamos o podemos mentir o podemos ofender.

 

* Lo que importa son los hechos, no las palabras, lo que decimos.

 

* «Si juzgamos también podemos ser justos».
¿Tú cómo lo sabes? Juzgar es como dar una sentencia.

 

* Sí, juzgando se puede absolver. Pero en el mismo ámbito del juzgar, la sentencia puede que sea negativa.

Y a veces, los juicios son tendenciosos, o erráticos, porque no se sabe bien, a ciencia cierta, que es lo que pasó.

 

* «Pregunta: ¿Puede haber un término medio entre lo ‘inconsciente’ y lo ‘deliberado’?
¿Hay radicalidad en esta reflexión?».

Es preciso que no lo haya. Todo lo que no sea vivido más allá de las palabras, seguirá siendo dual.

 

* “No dejes que nadie te robe el brillo”.

Si lo tienes, nada te preocupará.

 

* «Soy casado y la amo y conozco la soledad y no quiero regresar a estar solo, pero me gustas mucho y nada más».

Lo que es preciso es lo adecuado, el orden.

 

* Y no a la tortura. Sí a la belleza de la vida, sin crueldad por diversión festivalera.

 

* “¿Qué se necesita para que ese personaje encorvado en un rincón del cielo se incorpore y abra los ojos y vea dónde está?”.

Le falta alegría. Y vivir. Sólo hay que vivir.

 

* “‎¿Por qué vemos fácilmente lo divino en las flores, los pájaros, la caída de agua … ¿Y no, en un león, devorando a una presa?”.

Eso es el condicionamiento que nos hace que atraiga una parte de la realidad. Es la parte placentera, lo bonito. Pero, la parte sangrante, devoradora, destructiva, cruel, la muerte. Todo eso nos horroriza.

Pero eso está ahí. Y hasta que lo comprendamos, lo veamos cotidianamente en la vida, nos deje de ponernos neuróticos. Seremos una parte, duales, no holísticos, en unión con todo el universo.