* «Nosotros, los que conocemos, nos desconocemos a nosotros mismos: y por buenas razones. Nunca nos hemos buscado; ¿cómo podría suceder que un día nos encontrásemos’?» Friedrich Nietzsche
Nosotros sabemos lo básico para vivir. Y para vivir ha de haber, de alguna manera sabiduría.
* «Hay otros cantores a los que solo una estancia llena de gente les pone suave la garganta, expresiva la mano, sugerentes los ojos, alerta el corazón; pero yo no soy de esos’’. Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra.
‘…pero yo no soy de esos’. Pero habrá de dejar con libertad que hagan lo que tengan que hacer. Si no llegarán las dictaduras feroces.
* “Y es que no tenemos órgano alguno para el conocer, para la «verdad»: no «sabemos» (o creemos o nos imaginamos) nada más que lo que pueda ser útil en interés del rebaño humano, de la especie: e incluso lo que aquí se denomina «utilidad» solamente es, en último término, una fe, algo imaginado, y quizá precisamente aquella fatídica estupidez que un día nos hará perecer.” Friedrich Nietzsche. La gaya ciencia,
Comprendamos qué es la fe y la descartaremos.
La fe es cosa de fanáticos, miedosos, neuróticos.
* «La humanidad necesita liberarse del concepto de Dios y del diablo y admitir que ella misma hace el bien y el mal». -George Orwell -Dante and Virgil
(Dante y Virgilio en el infierno).
La humanidad ha inventado un dios antropomorfo; y el diablo también antropomorfo. Por el miedo, tanto a dios como al diablo.
* «… ¿no te avergüenzas de preocuparte de cómo tendrás las mayores riquezas y la mayor fama y los mayores honores, y, en cambio, no te preocupas ni interesas por la inteligencia, la verdad y por cómo tu alma va a ser la mejor posible?
Sócrates, (Fragmento).
«Yo, atenienses, os aprecio y os quiero, pero voy a obedecer a la razón más que a vosotros y, mientras aliente y sea capaz, es seguro que no dejaré de filosofar, de exhortaros y de hacer manifestaciones al que de vosotros vaya encontrando, diciéndole lo que acostumbro: «Mi buen amigo, siendo ateniense, de la ciudad más grande y más prestigiada en sabiduría y poder, ¿no te avergüenzas de preocuparte de cómo tendrás las mayores riquezas y la mayor fama y los mayores honores, y, en cambio, no te preocupas ni interesas por la inteligencia, la verdad y por cómo tu alma va a ser la mejor posible?» Y si alguno de vosotros discute y dice que se preocupa, no pienso dejarlo al momento y marcharme, sino que le voy a interrogar, a examinar y a refutar, y, si me parece que no ha adquirido la virtud y dice que sí, le reprocharé que tiene en menos lo digno de más y tiene en mucho lo que vale poco. Haré esto con todo el que me encuentre, joven o viejo, forastero o ciudadano, y más con los ciudadanos por cuanto más próximos estáis a mí por origen…». Sócrates de Atenas,
Apología.
Ante todo, está la libertad. Porque la libertad es amor.