2494. Pero, Steve, Susie tiene libertad para ser lo que quiera, ¿sí o no? Pues, si prohibimos la libertad para que cada uno sea lo que quiera, entonces estamos acabados, bloqueados, somos autoritarios, dictadores.
Además. Entramos en el absurdo de decir: Haz lo que te digo, pero no hagas lo que yo hago.
La libertad ha de ser en todas direcciones. Por supuesto, que eso tiene sus riesgos. Pero la vida es inseguridad total, absoluta.
2495. Pero, Susie, ¿por qué la observación, la inteligencia no genera orden? ¿Ser racista, explotar a los más débiles, acumular riquezas, millones, es inteligencia, es orden?
Si no hay orden, por muy ricos que seamos, vamos a vivir en la agonía de los que nos quieren destrozar. Y como no queremos que nos destruyan, tenemos que estar rodeados de policías, de militares. ¿Podemos vivir de manera, en libertad, sin que intervenga la violencia, ya sea la sutil o la evidente, sin lanzar bombas, hacer masacres?
2496. El problema está ahí a la vista: Uno cree que sabe cómo se ha de vivir para que haya orden. Y eso es adecuado. Y quiere que los demás se adhieran a esa manera de vivir. También eso es adecuado. Pero cuando queremos imponer nuestra manera de vivir a los demás, entonces es cuando ya ha desparecido el orden, la inteligencia.
Todos los seres vivientes quieren tener libertad, ser libres. Pero, ¿cómo voy a tener libertad, si la prohíbo a los demás? ¿Entiendes dónde estamos?
Veo películas del oeste americano -western-, donde todos los que quieren llevan pistolas, según dicen para defenderse. ¿Alguien puede prohibir a uno en particular que no lleve ni use pistolas? Eso va contra la libertad, ¿verdad? Pues eso es lo que hacemos ahora: prohibir a los demás que hagan lo que quieran, necesiten hacer.
Y volvemos. Eso quiere decir que vivimos desnudos, inseguros. Pero, esa es la manera de vivir en orden. Que, por la fuerza de los hechos, va a afectar a las personas con quienes convivimos, ya sean cercanas como lejanas, va a afecta al lugar donde vivimos, a toda la humanidad.
2497. Eso que dices: ‘¿Te gustaría que gente inocente se sentara y permitiera que alguien asesinara a otro y no hiciera nada?’. Está ocurriendo ahora en estos instantes. Los países poderosos, que necesitan tantas cosas para poder vivir como lo hacen, han de matar, ya sea de hambre, de miseria, de pobreza, por las balas o las bombas. Tú, Susie, qué haces para evitar que una parte del mundo, de la humanidad, mate a la otra, porque necesita mucho de todo: máquinas, caprichos, placeres, drogas legales o no. ¿Eres indiferente, insensible, al dolor que generamos, o ves que la causa de esa pobreza y su dolor, es porque nosotros los ricos, hemos de explotarlos de todas las maneras, mediante el comercio, la banca, los negocios, los alimentos, todo lo necesario para poder subsistir? ¿Susie, aún no has visto y comprendido, que para que haya ricos, terratenientes, multimillonarios, han de haber pobres con su miseria?
No vamos a hacer ninguna revolución de masas, con su violencia y matanzas. Solamente hemos de ver la realidad. Y si la vemos realmente como es, nuestra próxima acción será de orden. Que es descartar la manera corrupta e inmoral de vivir.
2498. Cuando dices que los políticos son los que encabezan la escala de la mentira, ¿nos damos cuenta qué somos nosotros los que los toleramos, ya que les votamos?
Es decir, ¿puede una persona que está contra la mentira, elegir a un mentiroso para que dirija los asuntos, solucione los problemas, manden?
Esto es así, porque todos mentimos de una manera o de otra -cada uno a un nivel, tamaño, grado-. Ya que todos participamos, somos parte de la mente global, de los mismos miedos, temores. Pues al tener miedo de perder, de ser herido, humillado, miedo de sufrir, miedo de estar solo, es cuando mentimos para ocultar lo que no queremos que se vea.
2499. En fin, sí que estamos de acuerdo.
Pero, si decimos que tenemos enemigos, ya estamos entrando en el ámbito de la guerra. ¿Por qué, Susie, has de tener enemigos? Hay personas desafortunadas, que no ven, que viven en la ignorancia, pero yo no las considero que son mis enemigos.