1564. El aprender es de instante a instante, porque lo nuevo no sabemos lo que es. Es decir, si aprendo para luego actuar, ¿es eso verdadero? No lo es, porque si actuamos pensando en lo que he aprendido en cierto momento, en el pasado, eso ya es viejo y repetitivo. Y lo nuevo, nadie sabe lo que es. El mayor error es creerse que uno lo sabe todo; por eso, hay que encarar la vida tentativamente, dudando, cuestionando, viendo lo que quiere el ego; y descartarlo todo a cada instante si es fruto de ese ego, ‘yo’.
Esa es de la única manera en que el desorden pasa a ser orden, armonía.
1565. Nada nuevo bajo el sol. Si todos somos uno, iguales, que se baje del pedestal de ser rey. Y que empiece él a practicar la igualdad, la unidad de todas las personas. ¿Los que viven en palacios, con privilegios, que tienen abundante dinero y propiedades, pueden ser justos, igualitarios, honestos, no corruptos?
1566. El silencio no es la ausencia de sonido, encerrarse en una habitación, o el ir a pasear por el campo, el bosque, una alta montaña. El silencio es cuando no hay conflicto entre dos fuerzas, cada uno estirando en una dirección. Y es entonces, cuando el silencio se genera, aunque estemos rodeados de personas, de ruidos, en un bar musical.
1557. La vida es bella, y también es fea. Aunque, si vamos más allá de esa fealdad de las matanzas de las guerras, de los maltratos crueles, de la explotación e indiferencia, de la miseria y la pobreza, entonces todo vuelve a tener sentido. Pues, uno se queda en su sencillez, en lo cotidiano, en vivir lo que nos toca como si fuera lo más importante, transcendente.
1558. Lo necesario para vivir es lo micro y lo macro; lo que tenemos dentro y lo de afuera. Pues la vida es relación. Y sin una buena relación con las personas cercanas y lejanas, nada tiene ningún valor verdadero.
1559. Creo que cuando ‘una determinada fuerza espiritual contraria cae sobre ti, deberás defenderte y protegerte. Porque puede hacerte daño’, eso no es real ni verdadero; es una proyección mental, una ilusión psíquica.
Cierta vez, una mujer europea que vivía en África, cerca de una aldea, paseando por las afueras vio a una mujer vieja, sola, sentada junto al tronco de un árbol. Ella, la europea, le habló; pero no tuvo respuesta. En esos momentos, pasaron unas aldeanas, y les dijo que esa mujer estaba muy enferma. Las aldeanas, le dijeron que ya lo sabían; y que la mujer vieja estaba en contacto con sus padres y antepasados, que le decían lo que tiene que hacer hasta que muriese.
Entonces, la mujer europea les dijo: ‘Y, ¿por qué no la tenéis en vuestra casa?’. Porque, nos va a ensuciar la casa y luego nos costará mucho tiempo en limpiarla. Es decir, como la moribunda decían que estaba en contacto con sus parientes antepasados, ellas también -como creían en esas maneras- participaban de esos contactos de una manera o de otra; y luego les costaba mucho tiempo liberarse mentalmente de esos antepasados que decían que ayudaba a la mujer que estaba muriéndose.
1560. Todos tenemos algo de poder, que es el mismo poder que tienen la gente normal y corriente. Poder quiere decir dominio sobre algo: personas, técnicas intelectuales o manuales, especialidades. Y todos, si somos honestos, queremos que ese poder sea correcto.
Por tanto, tenemos la misma responsabilidad que los políticos para hacer las cosas adecuadamente, sin corrupción.
1561. El nacionalismo está asegurado, pues es el negocio nacional de cada país, es la gallina que pone huevos de oro. El problema, es que como todo negocio han de competir con los otros; y por eso tienen fronteras, banderas, ejércitos. La desgracia es que no saben vivir de otra manera; es decir, no pueden vivir sin el nacionalismo, que va junto a otros ismos: capitalismo, fascismo, comunismo, etc.