Torni Segarra

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4698. Para no tener un concepto equivocado de dios, no hay que valorarlo o no valorarlo, creer o no creer en él, hablar de él. Pues todo lo que digamos, eso no va a ser lo que es dios. Dios es el todo. Y nosotros, sólo somos la parte de ese todo. Y la parte no puede abarcar al todo.

 

Por eso, cuando alguien intenta describir a dios, a la verdad, se dice: ‘Eso no es, eso no es, eso no es.’

 

 

 

 

4699. El problema está en que todos los nacionalismos son iguales -ya sean grandes o pequeños-. Pues los nacionalismos en realidad son un conjunto de personas, que también son iguales en derechos y obligaciones-.

 

Por tanto, cuando un nacionalismo quiere apoderarse de otro, al crearse la división y el conflicto, vienen los problemas. Es lo que hay. No hay más.

 

Gracias, María, por tu amabilidad y colaboración.

 

 

 

 

4700. Pero hay una realidad más perturbadora, Samuel. Tanto lo creado, el creador, y el que lo crea -nosotros-, son lo mismo. Es decir, el pensador y el pensamiento son lo mismo; el observador y lo observado son lo mismo. No hay división.

 

Pues, esa división es la que genera la ilusión, el desorden, el ego que ha inventado el ‘yo’ y el ‘tú’, el ‘nosotros’ y el ‘ellos’. De ahí que digamos ‘mi’ dios, ‘mi’ religión’, ‘ellos’ tienen un dios o religión falsa; ‘nosotros’ somos los auténticos, tenemos al dios verdadero, así como también la religión verdadera.

 

¿Puede haber orden, religión, amor, si vivimos divididos, vale decir enfrentados, insultándonos, destruyéndonos, asesinándonos? ¿Es religión, amor, matar en nombre de dios?

 

 

 

 

4701. Para perdonar, hay que estar muy atento a todo lo que nos sucede. La atención total, genera inteligencia. Y esa inteligencia va más allá de los agravios, insultos, las maldades que nos hacen; de manera que no hay un ‘yo’ agredido, que tenga que recibir el perdón del causante del insulto, el agravio.

 

Así que, para que no tengamos que pedir perdón, ni tampoco lo exijamos de los demás, el ego, el ‘yo’, no ha de operar. Ya que el ‘yo’, es divisivo, causante de conflicto, desorden, maldad.

 

 

 

 

4702. Hay otra cosa que también es perturbadora para los que no lo entienden: el que dice que sabe, el que se aferra y queda atrapado en una creencia, idea, certidumbre, es que no sabe. Porque todo no se puede saber.

 

De manera, que, si no se comprende, y entiende el valor del silencio, se topa con la parte absurda de la vida.

Por eso, si uno quiere vivir, ha de ir más allá del absurdo de la vida.

 

 

 

 

4703. Creo que ese canal de televisión, es algo diferente de lo que hasta ahora la mayoría se creía. Todo empezó a cambiar, cuando el nuevo Papa, Francisco Bergoglio, fue elegido como la cabeza visible de los católicos. Pues hasta entonces, ese canal era de ultraderecha, la más rancia y cazurra.

 

Pero, resulta que el Papa Francisco, no tiene nada de derecha, ni de facha, ni de carca. Por lo que, como no puede ser de otra manera, ya que ese canal depende del Vaticano y del Papa, no tienen más remedio de que los fachas, los carcas, los fanáticos retrógrados, o desaparecer o cambiar. Cambiar es muy difícil. Por eso, han desaparecido programas dirigidos por presentadores católicos integristas, fanáticos, donde participaban personajes de las mismas características.

 

Ahora, algunos se quejan de que personas humanistas, llenas de compasión e inteligencia, participen en algunos programas. Pero hay algunos telespectadores que no saben ni pueden adaptarse a los nuevos tiempos. E insultan, desacreditan, injurian a estos humanistas.

 

Una pregunta: Si Francisco Bregoglio, participara en una tertulia de ese canal de televisión, con quiénes estaría más a gusto, ¿con los humanistas, o con los fachas, carcas, retrógrados?

 

 

 

 

4704. Los linchamientos, las bestias negras, el odio, es un mal camino. Porque, parece ser que no se acepta la realidad viva y cambiante, lo que es.

 

 

 

 

4705. Los terroristas todos hacen lo mismo. Pero hay algunas personas, que cuando los terroristas actúan a su favor, les cambian el nombre, les dicen combatientes, activistas, partisanos.