3161. Sí, es verdad que lo más importante que tenemos es lo que somos internamente. Que parece ser, que es una suerte el que podamos reconocerlo; sabiendo que no es cosa nuestra, sino que ha sido un capricho de la vida, un regalo. Y por eso, la vida hay que vivirla sin generar los menos problemas posibles.
3162. Una persona realmente que vibra de amor por todo lo que existe, la justicia no le importa si se cumple o no; aunque la respetará hasta el último extremo.
3163. Siento decirte, Susie, que te equivocas conmigo, con mi comportamiento. Le escribí algunas cartas a Obama, diciéndole crudamente lo que hacía que yo creía que era incorrecto. En cuanto a los Clinton, al que fue presidente lo encontré tan superficial que nunca se me ocurrió escribirle algo. En cuanto a Hillary, también la encuentro convencional, siempre favorable a los israelitas, los judíos -ella también lo es-, con su silencio ante las masacres contra los desgraciados y vulnerables palestinos. Es verdad que mentía mucho, como una descarada que no le importa nada lo que digan los demás.
Es verdad que Obama es muy diferente de Trump. Creo que Trump se ensañó con Obama, cuando le decía que no era americano, que era musulmán, que había creado el ISIS.
Por eso, Trump ha de ir con cuidado de no hablar como un matón de barrio; pues eso le resta categoría, le resta respetabilidad; aunque creo que él lo usa para halagar a los que le han votado, que desgraciadamente en su mayoría no tienen mucha cultura intelectual, digamos no tienen mucha clase.
Creo que Willard Mitt Romney, mormón empedernido, le irá bien como Secretario de Estado.
3164. Pero, ese ‘siempre’ también se puede trasladar al perdón. Me refiero a la reacción física, violenta, destructiva, contra el que nos ha hecho algún daño -aunque esté sancionado por la ley a favor de la víctima-. Tal vez, puede surgir algún impulso mental -que es el parloteo de la mente- diciendo: ‘Cuánto daño me han hecho’, acompañado de rabia, odio, etc., pero sin llegar a los hechos para actuar contra el verdugo, ya sea con la violencia física, ni mediante la ley.
Aunque, su repercusión en el que hace algún daño ha de proseguir, porque la ley del universo, que no está escrita, tiene su dinámica implacable. Por eso, los cristianos dicen, cuando ponen en boca de su dios: ‘La venganza -del universo- es mía’.
3165. Creo que el problema de las personas que corren mucho en la vida para conseguir algo mundano o no, es que pierden la sensibilidad, que es tener la empatía con los que no son como ellos, que no viven a chorro -la gente jet-. Y, entonces se encierran en ellos mismos, su grupo de familiares, allegados, personas que están de acuerdo con ellos.
A todos los grandes personajes les sucede lo mismo, ya sean del pasado, como del presente. Y eso mismo, lo podemos experimentar por nosotros mismos, aunque sea a escala pequeña, reducida a nuestra manera sencilla de vivir, comparada con la de ellos.
3166. Pero desafortunadamente, a veces no podemos perdonar. Al menos durante un tiempo. Creo que eso es porque nuestro instinto de supervivencia, nos dice que eso que nos ha pasado -el daño recibido- se puede repetir, con todo el peligro para nuestras existencias, por lo que, al tener miedo a la muerte, y lo que antecede antes, es por lo que creemos que con esa venganza todo lo vamos a solucionar.
Pero en toda venganza para acabar con el peligro, no acaba ahí. Porque todos, por malos y crueles que sean, tienen amigos, familiares y parientes, que también de una manera o de otra se quieren vengar del mal que le han hecho a esa persona a la que tanto quieren.
Por eso, después de una terrible guerra, le sigue una dictadura -encubierta o no- para así poder someter a los que quedan, porque esos se quieren vengar de una manera o de otra por todo lo que han hecho para ganar la guerra. Después de la victoria de los aliados contra los nazis en Alemania, todo el país tuvo que ser dividido en cuatro territorios -el francés, el inglés, el americano, el ruso-, de manera que los vencedores eran los que mandaban en todos los ámbitos. Y lo mismo sucedió en Japón, donde los Estados Unidos, estuvieron unos años dirigiéndolos allí.
Así que, la venganza, ya sea por la ley o fuera de ella, siempre tiene su continuidad de una manera o de otra. Y eso es lo más difícil de erradicar. Pues, es el condicionamiento que hemos heredado de nuestro pasado animal. Que sigue, aunque de manera que nosotros lo justificamos y aceptamos para poder seguir viviendo como lo hacemos.
3167. Cuando uno gana, no lo hace solamente por una circunstancia. Lo hace porque todas las circunstancias, invisibles o no, le llevan a la victoria, al triunfo, sobre los otros.