Torni Segarra

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1654. “Los fármacos psiquiátricos nos hacen más daño que bien”. 

Hombre, ¿cómo se podría reducir a un paciente colérico, agresivo, violento. u otro paciente con una depresión profunda, si no le damos fármacos, medicamentos? Toda medicina, tiene su momento y su efecto favorable.

Lo que sucede es que la química -la medicina- es muy rápida; y por eso, en un momento dado funciona adecuadamente; pero luego, con los tratamientos, las terapias, uno se hace adicto a los medicamentos.

Por todo eso, como vivimos en una sociedad de la rapidez, queremos que se cure ya, cuando antes, para que pueda trabajar y ser independiente, ser útil, para no molestar a la familia, los parientes, amigos, al Estado que también tiene sus planes al respecto, etc. Pues, los tratamientos y terapias de hablar, escuchar, comprender, tratar con compasión, necesitan mucho tiempo; es decir, son caros en todos los aspectos.

De manera que el tratamiento con fármacos, tiene sus ventajas y desventajas; lo mismo que el tratamiento personalizado, en el que se trata al paciente como a un amigo, como si no estuviera enfermo; teniendo todo el tiempo para conversar, observar, comprender los problemas conforme van surgiendo.

 

 

1655. Todos los que ingieren fármacos, drogas, substancias que alteran la conciencia, corren el peligro de hacerse adictos a ellas. Hay muchos otros que no se hacen dependientes. Pero ese peligro siempre está ahí. Porque, nosotros somos todos adictos a algo, va en nuestro condicionamiento, diseño, ya que necesitamos estar seguros, para no sentir la soledad, el vacío, el peligro que siempre nos acecha, las miserias humanas; de manera que eso a lo que somos adictos, nos da sentido a nuestra existencia, seguridad -aunque sea una falsa seguridad-. No es solamente una adicción química, es una adicción a lo que esa química nos proporciona; por eso cuando un drogadicto, un alcohólico, un jugador que se juega el dinero, se intenta curar, lo primero que tiene que hacer es cambiar de amistades. Y eso es una prueba de fuego, además de dejar de hacer y tomar lo que le perjudica, ha de prescindir de su mundo afectivo: colegas, amigos, amistades, lugares como los bares, etc.

 

 

1656. ‘Jamás un loco o un revolucionario, van a estar en la trinchera de los esclavos’.

¿Ni tan siquiera acompañarlos para informarlos, para que dejen de ser esclavos, que es lo que haces tú y otros? Dar la vida, se puede dar; pero si uno es libre, no se le puede matar; podrán arrancarle las uñas, los ojos, apalearlo, pero no lo matarán.

 

 

1657. Ya estamos con las mentiras y la demagogia, tratando a las personas como si fueran idiotas; en una parte sí que se ha conseguido el triunfo; pero en otra parte, no. Por lo que no hay triunfo ni derrota, sino empate.

Por otra parte, ¿se puede votar a un partido corrupto, el más de Europa occidental, sin que no seamos cómplices de su corrupción?

 

 

1658. Eso se vería si hubiera otras elecciones generales. Así que, todo lo que digan de que sí se refuerza a unos y debilita a otros, eso es otra demagogia más de cara a unas posibles elecciones generales.

 

 

1659. Ahora falta saber ¿qué condiciones quieren imponer para ese pacto? Además, lo hace para prepararse para unas posibles elecciones inmediatas.

 

 

1660. Y, qué querrías que dijera, ‘¿El que se mete conmigo, le parto la cara?’ ¿Es ese tu estilo a las respuestas de los retos? ¿Pues, no críticas a los ex violentos del norte?

Creo que te has equivocado al tratar de ignominia e indecencia a un comportamiento pacífico, no violento. Piensa en ello seriamente, sin odio ni rencor, y lo verás.