Torni Segarra

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2218. Los libros religiosos, las normas y preceptos, la autoridad religiosa, puede que en algún momento tenga su utilidad -en un estado de desarrollo mental primario-. Uno se casó, tuvo una hija, se descasó sin pasar por ninguna institución religiosa ni gubernamental.

 

Pues toda institución lleva en sí la semilla de la degradación, de la corrupción. Y la mayor corrupción posible es impedir a otro, ser autónomo, completamente libre para vivir su vida.

 

 

 

2219. ¿Una persona seria, no superficial, se puede creer lo que dicen ciertos periodistas, políticos, autoridades, personas sencillas, normales: toda la culpa de lo que sucede la tiene una sola persona, un presidente, una autoridad? Hay que ser muy estúpido, subdesarrollado mentalmente, para tragarse esas mentiras y falsedades de un único culpable de una situación.

 

Pongamos Franco, Hitler, Stalin, ¿eran ellos solos los culpables de todo lo que se hizo durante sus vidas? ¡Pero si ellos eran una pieza, una palanca, que hacía posible que funcionaria sus dictaduras! Estaban los que les gustaba vivir de esa manera con sus régimenes crueles, dictatoriales. Los mismos países que los veían como apestados los usaban para sacar beneficios políticos, estratégicos. Y el pueblo llano, ya se sabe que se traga lo que le dan, mientas pueda abastecerse para alimentar sus pequeños o grandes vicios.

 

Así que los que viven en una dictadura, sin la colaboración de la población no podría haber dictadura. En una dictadura no solamente es el dictador el que actúa con severidad y brutalidad, la mayoría de los ciudadanos son también dictadores en versión mini, reducida, severos, autoritarios, crueles. Y lo hacen con toda naturalidad, como quien tiene también autoridad, siendo reconocidos y valorados positivamente en sus maneras por los demás.

 

De manera que el dictador, el llamado jefe o caudillo, es una marioneta de su destino, porque si bajara la guardia seguramente lo matarían en un abrir y cerrar de ojos -ya sea por los suyos o por sus enemigos-.

 

Yo tengo mi parte de culpa, responsabilidad, de todo lo que está sucediendo, y todos los demás también. Es demasiado infantil decir que uno está al margen, fuera, de todo lo que está sucediendo. Y si somos sinceros, sabemos que eso no es posible. Porque sería tanto como vivir en un estado de amnesia, vegetativo, solamente animal.

 

 

 

2220. Si hablamos de ambigüedades, ¿qué decir que en una democracia haya racistas, xenófobos, que les voten y los jaleen, como líderes, héroes., que denigren a los que llegan de fuera, se hable de que se va a limpiar de esos forasteros?

 

Lo más grave es que se ha nombrado a ese personaje como el gran acicate, como el gran revulsivo para activar los votos a su favor y al de su partido.

 

 

 

2221. Luis. ¿No te parece que creer que un grupo de personas encarnan todos los males solamente y los demás son almas cándidas, perfectas, incapaces de hacer algún daño, es una superficialidad infantil?

 

Ya hace muchos miles de años que se dice: todos los hombres son básicamente igual en lo psicológico. Es decir, todas las personas tenemos una parte pacífica, buena, y otra mala, violenta. Y es por creer que una raza es la buena y otra es la mala, que el mundo está al borde del estallido de violencia, de guerra, en la que podemos todos desparecer volatilizados.

 

 

 

2222. Todo lo nacido y criado en la tierra, ¿no es una creación de dios? Si se cree y si se ama a dios, ¿si no se ama a las criaturas de la tierra no se está en una situación de pecado mortal, grave? ¿O, decimos que creemos en el único dios que va solamente a nuestro favor? Otro pecado mortal, grave. Es decir, las puertas del infierno les están esperando por sus pecados inhumanos, discriminatorios, por crueldad con un hijo del creador -dios-, que rechazan, quieren deshumanizar.

 

 

 

2223. La democracia es eso: libertad total, absoluta, para poder mirar y ver en todas direcciones. A algunos corruptos, inmorales, ladrones, que no piensan en el mal que hacen a los menos afortunados, personas que mueren por desasistencia de todo lo básico, les irrita la democracia. Y eso es peor para ellos, pues los altera, les llena de ansiedad, estrés, los enloquece.

 

 

 

2224. Por todo el mundo ha sido un clamor contra el cazador que ha asesinado a un león en Zimbaue, los periódicos y las televisiones han informado profusamente sobre la matanza y sus malas artes. Y resulta que en España se torturan en un espectáculo macabro, cruel a los toros y lo convierten en lo que ellos -las autoridades- dicen la fiesta nacional española.

 

Se calcula que se tortura y asesinan violentamente, con profusión de sangre, unos veinticinco mil toros al año. Pero ni los veterinarios que asisten a esas fiestas como asesores -autoridad- ni la Iglesia católica, no la rechazan ni descartan. No se espera más de ellos.

 

Son los jóvenes sensibles a la destrucción, la matanza, violenta y sanguinaria de los toros los que lo descartan radicalmente como algo indigno de hacer el hombre.

 

 

 

2225. Es cuestión de moral, de moralidad ante un ser viente, un animal vulnerable e inocente ante el superior ser humano. Aceptar tal injusticia, es la peor cosa que le puede pasar a España. Pues presenta a los españoles como personas degeneradas, asalvajadas que disfrutan de hacer daño, un gran agujero en la espalda para torturarlo, rebajarle su fuerza, sangrarlo, como si fuera un monigote de tela, pero resulta que está sano, lleno y completo, rebosante de sangre de vida.

 

Si hubiera sensibilidad, nada más ver manar la sangre por la espalda del toro debería provocarles tal conmoción, tal espanto que deberían de salirse de ese espectáculo macabro, asesino.