Torni Segarra

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1658. Creer en el señor, tener fe en él, para que solucione las cosas, los problemas, es tanto como volver a vivir en la ley de la selva.
 
1659. Seamos serios: nosotros solamente podemos hablar de lo que está sucediendo. Los otros mundos, todo es una invención, un delirio. El padre, el creador, el inventor, tiene la culpa porque es él el que ha hecho posible nuestra realidad, la vida como la conocemos: nacer, crecer, envejecer, morir, y todo ello acompañado con toda clase de sufrimientos, amarguras, con algunos momentos de felicidad.
Pero eso no es el problema, donde está el problema es en el querer inventar los dioses, que por su absoluto poder han de generar toda clase de prodigios: el cielo en todas partes. Cosa que aquí en la tierra para los que vivimos eso no sucede.
 
1660. Hemos de comprender que es preciso cambiar psicológicamente. Pues en la actualidad estamos psicológicamente confusos, donde todo lo que hacemos genera desorden.
O sea que el mismo hecho de ver todo lo que implica vivir en desorden, y su respuesta, es lo que hace descartar la confusión.
 
1661. Lo curioso es que si no hubiera sido por la traición de Judas a Jesús, éste no hubiera sido el que fue, no hubiera podido culminar la profecía de que había de morir por los hombres para redimir sus pecados.
Y aquí tenemos el ejemplo palpable de que tanto el mal como el bien son relativos, subjetivos, sujetos a nuestro condicionamiento. De la misma manera que la macabra costumbre de la tortura y muerte violenta de los toros, por placer y diversión, hay unos que dicen que es arte, cuando otros lo ven como el máximo desorden posible: torturar, destrozar y asesinar violentamente haciendo de ello un espectáculo.
 
1662. No estamos separando. Estamos separados.
 
1663. Si creamos las condiciones para que el instante santo suceda, eso quiere decir que ya hemos tomado una dirección. Cuando lo santo, lo sagrado, no tiene una dirección particular, única. Pues lo sagrado lo abarca todo, abarca a la totalidad de lo que existe.
 
1664. Para comprende un problema hemos de acercarnos y mirarlo atentamente. Pero eso no resuelve el problema, si hacemos una creencia a lo que nos aferramos.
 
1663. Sirves para muchas cosas, pero no sirves para ser una estrella con toda su vanidad. Porque la vanidad y sus infinitos caprichos nos hacen adictos, de manera que no vemos toda la realidad que incluye a los menos afortunados.
 
1664. El silencio no es la ausencia de palabras, de ruido, eso sería absurdo, ¿no les parece? Pues el silencio es la capacidad de ver y escuchar lo que sea sin que se genere división y conflicto en nosotros.
 
1665. Sin libertad e independencia todo lo que hagamos no tiene sentido, ya que va a generar más desorden, hambre, pobreza, miseria. Es como el albañil que construye una casa y queda atrapado –sin libertad-, preso por solo una parte de ella desatendiendo la totalidad de la construcción de la casa.
 
1666. ¿Conformismo, pasividad o inteligencia?
 
1667. Nadie puede dominar el cuerpo, la palabra, la mente. Pues la vida es ingobernable. Todo lo demás es un folclore espiritual, mentalista.
 
1668. ¿Puede la cooperación con los más desafortunados estar al margen del (des)control de los mercados financieros? Para que algo funcione bien ha de haber orden. El orden no sabemos lo que es, pues si lo supiéramos ese orden generaría también desorden. De manera que sólo podemos descartar lo que es el desorden: lo que genera fragmentación, división, conflicto.
Cuando uno quiere hacer un bien a los demás –orden-, ha de ser muy cuidadoso con todo lo que dice y hace. Pues mientras la acción no sea entera, total, absolutamente no divisiva, aunque de millones y millones, se dedique a ayudar de un lado a otro sin parar, seguirá generando desorden. Será como un bombero que, con su manera de vivir confusa, provoca incendios para luego apagarlos.
 
1669. Hola Fer.
Soberanista es un vocablo que deriva del de soberano. Es decir, los países, lugares y regiones, donde un poder ajeno a las raíces de la mayoría del pueblo, usurpaba el poder, no eran soberanos. Y por eso se les llama soberanistas, porque lo reclamaban querían ser como los soberanos. De ahí que se use la expresión: ‘Ese es un país soberano’, o ‘No es un país soberano’.
Eso en América, África, Asia, donde los europeos arrebataron toda la tierra, importando allí a su rey, su soberano, de la metrópoli, los aborígenes dueños de la tierra reclaman ser sus propios soberanos. Y de ahí, el vocablo soberanista, que es sinónimo de rebeldes, independentistas, no sumisos, no obedientes esclavizados como lo estaban en las colonias.