Torni Segarra

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5426. Lo curioso es que todo son pegas, trabas para la libertad. No hablemos de que se vayan, nos dejen en paz, etc. Promuevan y faciliten que se vayan y sean libres. Y no al revés: diciendo una cosa pero haciendo otra. Porque eso genera más desorden y confusión, más problemas.

 

5427. El dinero es algo que se puede contar. Por tanto, en todo negocio, o asunto donde interviene el dinero, la cosa está clara: se cuenta el dinero que le toca a cada cual. Y ahí está la paz.

Pero si una parte de los negocios es marrullera, descarada, ladrona, entonces la paz se convierte en guerra. En tan fácil que es de ver y en tanto que cuesta vivirlo.

¿Por qué uno tiene que robar el dinero que no le toca? Porque es tan necio,  estúpido, que vive todo el tiempo en guerra contra los demás. De lo contrario, si quisiera la paz, no robaría. Porque él sabe que robando sigue estando en guerra con los que roba.

 

5428. ¿Es posible vivir en este mundo sin que la política nos afecte? Parece ser que no. Porque la política es todo lo que hacemos: cómo vestimos, lo que comemos, el trabajo que hacemos, el dinero que tenemos, dónde vivimos, a quiénes votamos, si aceptamos las religiones organizadas o no.

De manera que queramos o no, estamos participando, haciendo política. Y claro la política incluye a los conflictos que generamos, a la manera de vivir que los provoca y hace que se multiplique o no.

Así que depende de cada uno el que la política sea buena o no, haya conflictos o no, violencia y guerra o no. Y para que haya orden, solamente hemos de descartar lo negativo: lo que nos divide y provoca conflicto.

 

5429. Todo sistema, toda norma o ley para prevenir, para intentar poner orden, nos genera más desorden. Porque el orden está en el fin de la división. Y todo lo que inventa el pensamiento, la mente -que es lo que somos nosotros-, es divisivo generador de conflicto con su desorden y pérdida de energía.

 

5430. Cuando algo se torna un negocio: tú me das, yo te doy; conseguir ganancias, entonces ya sabemos lo que es. Hagamos lo que hagamos, si es un negocio que lo alentamos, profundizamos en él, ahí no hay espiritualidad, ni compasión por los menos afortunados.

Los negocios para ganar, sacar beneficios, y la compasión no pueden ir juntos. Porque para tener compasión, ayudar a otro, el deseo sea el que sea ha de desaparecer. Pues si hay de deseo para conseguir algo, también está la brutalidad y la crueldad.

 

5431. ¿Se puede dominar, gobernar al pensamiento, a la mente? Como no se puede, todo intento para dominar y dirigir el pensamiento, nos divide de la realidad, que es lo que él genera. Y por tanto, al estar divididos seguimos dentro de su ámbito de desorden, confusión, caos.

 

5432. Si hay monarquía, el rey y su familia vivirán como los ricos que son. No vale solamente obligar a los políticos para que sean austeros, el rey y su séquito se han de someter a las mismas leyes y normas como cualquier ciudadano.

 

5433. Si luchas pero no quieres ganar, ¿para qué luchar? Pues el que gana, vence, lleva consigo la revancha, el odio, la venganza de los que pierden.

 

5434. El saber es teórico. La acción es lo verdadero, lo real, lo definitivo.

 

5435. ¿Es posible aprender a ser feliz? Si aprendemos es porque hay una enseñanza, un plan, un proyecto, que el pensamiento ha elaborado. Pero todo lo que elabora el pensamiento, el ego, el ‘yo’, va contra todo lo que nos puede hacer feliz: la ausencia de división y conflicto interno.

 

5436. No solamente yo y mi familia formamos parte del plan de dios, sino todos. y sus familias, son parte del mismo plan divino.

 

5437. La mente es como el estómago: si les damos malos alimentos, ellos se resienten, se alteran, nos generan desorden en nuestras vidas.

 

5438. El amor nunca da miedo: él es paz, serenidad, claridad, la inteligencia operando.

 

5439. Eso es la tontería  de los Premios Nobel de la Paz. Si es que la paz es la ausencia de brutalidad, crueldad, violencia, las matanzas en masa de la  guerra.

 

5440. La meditación es una medicina, que aunque no nos salvará de la muerte, si que sana la vida. Porque la meditación es la ausencia de división y conflicto. Y tanto la división como el conflicto son los peores venenos para la salud psicológica, espiritual. Pues, el veneno de la división nos confunde, nos lleva al desorden, donde podemos hacer las cosas más insalubres creyendo que son buenas, naturales para nosotros.