Torni Segarra

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71. Todo es tan sencillo. Pero como estamos condicionados para lo que tenemos que pensar, hasta que no hay un impacto, un shock, no despertamos y no hay una percepción con discernimiento.
 
72. No hay hombres superiores a otros. Sólo hay hombres más desarrollados mentalmente. Pero nadie puede dejar de ser un ser humano vulgar y corriente, que ha de pasar por donde todos pasan. Todo lo demás es folclore, un negocio, religión, política, miedo y el aferrarse a algo o alguien.
 
73. ¿Se puede gobernar el cuerpo, y la mente sin que se genere conflicto? Mientras haya la autoridad del precepto, la norma, la práctica, ha de haber división y conflicto. Es decir, es el ‘yo’ el que se erige en la autoridad y dice: ‘Esto es bueno y esto no los es’.
Y si en nosotros hay conflicto entonces no puede haber amor.
 
74. Las personas les gusta vivir con ilusiones, aunque saben que son mentiras. El problema está en que por esa manera de vivir, tolerante y participando de las mentiras, ilusiones y falsedades, están condicionando a sus hijos -a la próxima generación- para que sigan en la misma dinámica que hace del mundo un lugar corrupto e inmoral.
 
75. El dolor es la consecuencia de la división interna, que genera miedo, recelo, temor, desconfianza. Y abre la puerta al enfrentamiento, a las disputas, a las peleas, a la confrontación, la violencia y la guerra, con toda la crueldad. Y la consecuencia de esa crueldad, en sus múltiples ramificaciones física, como psicológicas, es lo que da vida al dolor, hace que llegue.
 
76. Quien se cree libre de pecado está en pecado de soberbia. O es un ignorante, superficial, que no se entera de la manera cómo funciona la vida, el pensamiento, la mente. Por eso, santo que respira no vale nada, no lo puede ser.
 
77. El único fundamento verdadero es la libertad. Sin libertad volvemos a ser solamente animales.
 
78. Decirle a uno comunista, fascista, o decirle cristiano, o lo que sea que se le diga, si eso es una descripción, ¿es un insulto? Si es así, el que lo ve como un insulto es que tiene un grave problema: que está confundido, en desorden.
 
79. Pau Sahe. La libertad es cosa de cada uno. Pues es algo interno. El problema, entonces está cuando queremos imponer nuestra libertad.
Esto es lo que pasa con las parejas que se separan: los que lo ven desde fuera pueden decir que eso es un error, que ella es muy bonita, está muy buena, tiene mucho dinero, etc., y él lo mismo. Pero, ante la libertad, de ser y sentirte libre, toda cosa que parece valiosa no vale absolutamente nada.
 
80. Pau Sahe. No creas que ahora si habéis de mandar no haréis de las vuestras. Pues, creo que no os enteráis de que sois unos políticos como todos: mentirosos, falsos, corruptos e inmorales. No olvides de esto nunca. Es decir, sois como somos todos, exactamente como todos: Quiero y no puedo. Y partir de ahí es cuando se puede hacer algo, porque sabemos quiénes somos y hasta donde podemos llegar.
 
81. ¡Ay del que mande! La corrupción está con él. Y los que quieren mandar les ha de pasar lo mismo. Porque la corrupción es dentro de nosotros.
Aunque no nos guste que nos lo digan, ni saberlo, hay que decirlo, informarlo. Para que haya  orden y no confusión en los que quieren mandar.
 
82. Los nuevos amos y señores saben que si dejan de ser nacionalistas centralistas fascistas españoles -ni libertad ni independencia para nadie- su negocio se va al suelo. Y ellos están locos con su negocio. Que cada vez se parece más unos pastores avispados seguidos de un  rebaño allá donde los lleven.
 
83. Si no pueden hacer nada. Pues los millones de nacionalistas centralistas españoles, si se les hiciera algo contra su patria -nombre que ya usa hasta el que más manda-, les darían la espalda, no serían nada, no los votarían, se acabaría su negocio. Por eso el que mande en España, ha de ser a la fuerza el conservador y defensor de la unidad indivisible nacional. Que es exactamente lo mismo que decía el dictador Franco y todos los que le seguían, y los que ahora son sus herederos -todos los políticos que mandan y hacen como hacía él con mano de hierro-.
O desacondicionar a los españoles para que entiendan y acepten que España es un Estado, un lugar,  con varias naciones.  
 

84. Las personas necesitamos seguridad, hasta el extremo de que hacemos un problema de ella. Pero sin tomar parte activa de la vida, con todos sus posibles peligros e inseguridades, la vida no tiene sentido ni valor verdadero.