2752. Uno tiene que intentar ver el vasto panorama de la realidad y ver si se puede cambiar. Si no se puede, uno ha de descartar radicalmente eso que no se puede cambiar. Es un acto de negación, de bondad, de renunciamiento, todo ello a la vez.
Si la percepción y la respuesta es directa, instantánea, nada cuesta ni está -no se ven- el renunciamiento, el desprenderse, la negación y aceptación. Pues la acción directa, total, en el ahora, todo lo quema y destruye quedando lo que es, la realidad, el orden.
2753. El tiempo no es relativo, él siempre es el mismo. Somos notros los que mediante el pensamiento, la mente lo hemos dividido en rápido y veloz o lento y pesado. De manera que si una situación es agradable, nos gusta, disfrutamos de ella, nos llena de tal plenitud que podemos más allá del tiempo, y el lugar donde estamos. Pero si la situación es desagradable, molesta, amarga, entonces cada instante parece que se alargue en su duración, generando una especie de paranoia en torno del lugar donde estamos, las personas que nos rodean, etc. Esto es porque queremos desconectarnos de lo que no nos gusta, apareciendo la división, la fragmentación, y con ellas la confusión.
Confusión quiere decir querer huir, no comprender lo que está sucediendo; sólo queremos huir, huir. Y en la huida ahí está el caos, los tropezones, las caídas, los traumas, los pleitos, peleas, la jarana. Y el dolor.
2754. La vida es como es. O la aceptas y juegas su juego o no. En cualquiera de los casos, va a generar un resultado. Por lo que cada cual ha de decidir que es lo que quiere, es decir ha de optar.
2755. El pasado es el que conforma el presente. Y este presente a su vez va a conformar al futuro, en una dinámica que no tiene fin. Pero eso no es relevante, lo importante es verlo y hacer algo para que ese proceso no sea una fatalidad.
Es decir, si alguien me hace algún daño, me difama, ¿por qué tengo que responder a esa situación agresivamente, con brutalidad, violencia? Pero si estoy completamente atento a todo lo que está sucediendo, al insulto, al daño, al no dividirnos de lo que está sucediendo no hay respuesta que generará más problemas.
2756. Mila. Creo que es un atrevimiento decir; ‘Ya nos encontraremos caminando por la misma vía en alguna de nuestras vidas’. Porque, tú cómo lo sabes. Porque si decimos que es una intuición, una experiencia mística, interna, etc., todo eso como no se puede probar puede que sea todo un invento del ‘yo’. El ‘yo’ es el invento del pensamiento que, al encontrarse sólo, inventa a alguien, como un amigo, para decirle cosas, hablar con él, pero eso todo es una alucinación, un delirio.
Por tanto, el ‘yo’ y el pensamiento son lo mismo: el pasado, lo que ya conocemos, lo repetitivo, y todo lo que generen, va a ser confuso, desorden.
La pregunta es: ¿Qué queda cuando no opera el ‘yo’, es decir el pasado? No queda nada, sólo la percepción directa sin atisbo del futuro ni del pasado, ni tampoco del presente, de lo que está sucediendo: la vida, con sus leyes que nadie puede cambiar.
2757. El fruto del silencio es la quietud.
El fruto de la oración es ver lo que hay dentro de uno, pedir, solicitar.
El fruto de la fe es la creencia ciega, el fanatismo, el dogmatismo.
El fruto del amor es la libertad total.
El fruto del servicio es la ayuda, que puede acabar en dependencia.