Torni Segarra

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1979. Esto es lo que se llama como cosa de personas subdesarrolladas mentalmente: jugar, divertirse poniendo la vida en peligro ante un animal vulnerable e inocente, llevado a la fuerza para que participe de ese juego macabro y sádico de maltratar a los toros.
No es cultura es violencia y tortura. Los vascos, los navarros, que se creen tan ordenados y pulcros, estrictos, aquí actúan como maltratadores asesinos. Pues son ellos los que lo organizan, aunque deleguen en los políticos que ellos han elegido. O sea, que todos son igual: crueles e insensibles, brutales, violentos.
A veces parece que el terrorismo tantos años en activo, se asome corroborando la unidad de toda acción, de todas las acciones de esos pueblos, de esas razas.
 
1980. Cosa de fachas fascistas, insensibles y crueles. Pues toda lucha organizada por los hombres entre un animal y un hombre, es injusta, no paritaria, ni igualitaria, donde el inferior animal tiene las de perder. Lo que quiere decir, que no solo están los fanáticos integristas musulmanes y sus actitudes crueles y violentas, también hay en Occidente personas insensibles que no le dan ningún valor a la vida para respetarla y verla como lo sagrada que es. Hasta el extremo de torturar a los animales para divertirse.
 
1981. Prueba de todo ello, es que hace gracia que el diario El País -dicen que de los mejores- engloba todo esto de la tortura y asesinato violento de los toros, bajo el título de CULTURA.
Lo que quiere decir, que entre todos lo matamos.
Además de promocionar esa macabra costumbre de la tortura y asesinato de los toros cada día que haya habido una matanza, ya sea en las principales plazas de España como las de Latinoamérica.
 
1982. Elia Tabuenca. La confianza es tener una certidumbre de algo, que es a lo que nos agarramos. Pero si nos agarramos no podemos ser libres. Y la libertad es amor.
Y ya sabemos que el amor hace en nosotros maravillas, lo nuevo y no pensado ni tocado por la astuta mente.
 
1983. Creo que tienes ya el mismo defecto de los políticos de la casta: creer que tú tienes solamente la razón y te ahogas hablando y explicándolo. Cuando todo es más fácil: queramos o no, las dos partes enfrentadas tienen su razón y su culpa. Como sucede entre las parejas, matrimonios, y sus desavenencias.
 
1984. 1984. Creo que tienes la autocompasión sobredimensionada. (Mucho cuento).
 
1985.  ¿Por qué estás contra la libertad de que cada cual escriba como pueda y sepa? Creo que tus palabras son inadecuadas, irrespetuosas, falta de cosmopolitismo e igualdad.
Si quieres puedes traducirlo en Translate Google, El País TRADUCTOR, Bing Traductor, etc., copiando y pegando el texto.
 
1986. Son jacobinos, nacionalistas centralistas para que nada ni nadie se escape. Es decir, está contra la libertad. Peor ya no puede ser.
 
1987. ¿Si no fueran subdesarrollados mentalmente se divertirían, experimentarían placer, maltratando, torturando a los animales, a los toros? Desafortunadamente, no lo ven, no comprenden que la vida es sagrada, inviolable a la hora de trivializar, banalizar, a todo lo que lleva y es la vida.
 
1988. ‘Pero, ¿quién es más ingenuo los ignorantes o los educados que no pueden hacer frente a la idea de que hay gente ignorante en el mundo?’
Atenerse a la realidad es el principio de la solución de los problemas: estar con el problema, junto a él, sin querer huir ni cambiarlo. 
1989. Lo importante no es lo que se dice, sino lo que hay detrás de lo que se dice. Pues cada cual puede tener su condicionamiento.
Por tanto, todo el problema es: ¿A dónde queremos ir a parar? Si nada nos importa, no hay ningún problema. Pero los que estamos a favor de la vida, de respetarla, de darle todo el valor que tiene, no podemos hacer otra cosa que señalar, sugerir, informar de las maldades que algunas personas, ya sea por tradición o por adicción al placer de la violencia.
No podemos obligar a nadie a hacer lo que no quiere. Pero sí informar de que la vida toda es sagrada, un bien extraño de un gran valor incalculable. Pues esa vida es uno mismo, sus hijos, amigos, vecinos, cualquier persona. Y ¿cómo no vamos a respetar a nuestra propia vida? ¿Estamos tan deteriorados que vamos contra nuestra propia constitución de carne y huesos, de nervios?
Es muy difícil ver en uno a todo el universo. Pero eso es tan cierto como liberador de la maldad, de la indolencia, de la indiferencia, de la insensibilidad. Así que cada vez que nos hacemos daño, lo hacemos a los demás. Y al revés: a los otros es como a nosotros.
 
1990. Es verdad que apartamos a la muerte, buscamos lo que nos gustaría que fuera, miramos a la muerte como algo raro y extraño. Y eso no es lo normal porque la vida es la muerte también, son las dos caras de la misma moneda.
Pero no por darnos cuenta de qué es la muerte, hemos de ser insensibles, indiferentes al dolor. Y por eso que la muerte es tan importante como la vida misma, no hay que banalizarla ensañándonos con los animales, maltratándolos, torturándolos, asesinándolos violentamente.
Alguien que ama a la vida, ama también a la muerte. Pero se cuidará y actuará con suma prudencia para no llamar a la muerte, no provocándola ni ejecutándola. Está claro que hemos de alimentarnos y para ello algunos comen carne, es decir sacrifican animales. Y eso está bien, es preciso. Pero otra cosa es torturar, maltratar, por diversión y placer a los toros. Esa macabra costumbre se ha impuesto a la sensibilidad de las personas, siendo degradante.
Una lucha organizada y planificada por los hombres entre un animal y un hombre, ¿es algo digno, es igualitario, justo, equilibrado? Los animales son para el campo.