Torni Segarra

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 2305. Los verdaderos maestros no tienen ninguna misión. Porque si uno tiene una misión, un camino, un sendero, entonces no hay libertad.

 

El sabio sin hacer nada, lo hace todo. Pues el sabio sabe que las enseñanzas son sus actos, la manera cómo vive su vida cotidiana.

 

Las palabras no pueden llegar a describir lo que está más allá de ellas.

 

 

 

 

2306. Carmen. ¿No ves que trabajar el desapego eso es una ilusión? ¿Cuándo vas a ver que el apego es negativo, dentro de unos días, meses, años’?


¿Por qué no podemos ver ahora todo el horror del apego, la servidumbres, la esclavitud que provoca, el desorden en nuestras vidas? Si lo ves ahora, ya no tienes que leer ni una palabra más la respecto, ni escuchar a algún charlatán que dice que con el tiempo llegarás a esto o aquello. Hay muchos apegos: ell sexo, a una persona, a una idea o teoría, ya sea religiosa, política, esotérica, psicológica, también esta el apego a la vanidad, al dinero, al poder sobre los otros el apego mental.


Si pudieras ver que todo es infinito, y por tanto el llegar a ser también lo es. Nunca se llega, eso es una ilusión. El tiempo psicológico, como el futuro, el llegar a ser, la transformación, es un impedimento para lo que está más allá de los conceptos, las palabras, pueda ser.

 

 

 

 

2307.El amor hacia uno mismo es abrir la puerta a todos los ladrones. Pues, el ‘yo’, el ego, que es el inventor, el director, el que dice que sabe, que quiere estar seguro, no va a parar de reclamar atención, cuidados, necesidades, que es lo que es la autocompasión.

 

 

2308. En el fondo todo radica en el ver. En ver claramente algo. Mientras no veamos realmente el significado de las palabras, de lo que se dice, los consejos, no tendrán ningún sentido ni valor.

 

Por eso, y ahí está el eterno dilema, no sabemos si va primero el soma o la psique. Si primero es la debilidad corporal la que hace la disfunción, y al darnos cuenta del daño nos deprimimos agravándolo todo. O, primero llega la depresión -la psique-, que debilita al cuerpo -el soma-, enfermándolo.

 

 

 

 

2309. Señor, mmmh, una cosa es matar a un animal para alimentarnos, para poder sobrevivir. Pero otra cosa es maltratar, torturar, asesinar, a un animal -toro- por diversión, por placer.

 

Algunos hispanos y latinos, están tan condicionados -hace unos días alguien dijo que: ‘Es que no se enteran que nosotros los españoles llevamos en el ADN a los toros’, la fiesta nacional de España-, que no dudan de la ‘legalidad’ de torturar y matar en ese espectáculo macabro y sádico.

 

Sé que hay mucha insensibilidad e incultura, pero las autoridades -tanto políticas, como religiosas- deberían de educar, instruir, informar y explicar, la realidad y la verdad de lo que son esos espectáculos. Informar, qué es la moralidad y la inmoralidad, la crueldad. En vez de promocionarlos, subvencionarlos, alentarlos hasta el extremo de darle el rango de fiesta nacional de España. Con todo el coste negativo ante los países desarrollados.

 

 

 

2310. Creo que hay que explicar esto de la especulación.
Todo lo que uno diga, otro puede decir otra cosa, lo que vendría a ser: A contra B. Y B contra A. En una dinámica que no tiene fin. Es decir, hacer suposiciones sin fundamento.
Sin embargo, que todo termina en un pasat
iempo, en un entretenimiento, una distracción.

Con afecto,

 

 

 

 

2311. Es preciso que esa frontera que es el Pirineo que siempre ha estado ahí y el mar Mediterráneo, tan navegado desde siempre por los moradores, todas las culturas antiguas, dé cierta información por el paso de las personas de un lugar hacia otro, que otras personas no tienen. Es como cuando uno viaja, tiene más información que los otros que no viajan.

Por supuesto, que la sabiduría está más allá de toda información mundana, material o de la clase que sea: uno ve la realidad y la verdad de las cosas y otros no lo ven. Al margen del saber de la sociedad, de lo que haya ido por el mundo, etc.

Lo que pasa es que nos hemos acostumbrado a un tipo cosmopolita, que domina ciertas maneras mundanas, sociales. Que es el triunfador verdadero, o no, pero que lo parece. Y esta sociedad con esa apariencia en principio ya le vale, Aunque sea una superficialidad, banal, ridícula.

Con afecto.