Torni Segarra

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 25061. El quejarse diciendo ¡Ay! es natural. Pero cuando maldecimos, descargamos toda nuestra tensión con algo o alguien, entonces pueden venir los problemas. También está la queja y sus exclamaciones folclóricas, en el argot local, y hacen que ellas se potencien.

Pero cuando somos inteligentes, está con nosotros la sabiduría, la queja no existe.

 

 

2562. La dependencia es ignorancia porque creemos que eso va a durar mucho tiempo o toda la vida.
Pero como no hay seguridad en la vida, es como pretender ir con una pequeña barca por alta mar.

 

 

2563. La anda eterna no es para nadie. Pues los que mueren, los muertos, esos no se enteran de nada. Y los vivos que la han inventado y la mencionan, el día que mueran se acabó todo ese cuento.

 

 

2564, Todo es más complicado. Los policía reciben órdenes que las han de cumplir o pierden el empleo, y tal vez, van a juicio y sanción por desobedecer, etc. Pero no acaba ahí todo, los políticos que gestionan los asuntos, los problemas, dependen de sus votantes, dependen de otros partidos para poder gobernar. De manera, que de runa manera o de otra, hacen lo que quieren la mayoría.

 

Pocas personas consentirían que pasasen miles de inmigrantes por sus campos y que cogieran lo que hay allí, etc. Tampoco aceptarían, como lo hacen en India, que acamparan en la puerta de una estación o dentro de ella centenares o miles de personas.

 

Por lo que el problema es de todos: de los que incendiaron el fuego de la guerra, que ha provocado esa estampida, y también los que votan a esos gobiernos que sin guerra no pueden vivir.

 

 

2565. Cuando no hay más remedio, porque nada se puede hacer, uno ha de ir más allá de todo eso.

 

 

2566. Por eso todos estamos neuróticos, medio locos. Pues en está tierra nadie puede tener paz.

El hombre que vive de verdad no tiene un lugar para descansar.

 

 

2567. Transformación quiere decir ser consciente de nuestro propio egoísmo, de nuestra autocompasión. Y después de eso si somos afortunados todo llega porque el orden lo trae, porque es una cosa precisa como el aire que mueve las olas y ellas no se pueden resistir.

 

 

2568. El amor se puede intentar ofrecer y esperar a que los otros sean felices con eso que les damos.

 

 

2569, Los pensamientos tiene muy poco valor, son olas como las de un océano que llegan de lejos, de la profundidad del mar abierto, y se deshacen en la orilla. Lo difícil es mirar los pensamientos como nacen, como transcurren hasta que cesan y desaparecen.

 

 

2570. Antes que nada para solucionar un pleito, un conflicto, hay que saber donde está la parte más débil. Y una vez descubierta hacerlo saber a ambas partes. De manera que la parte más débil no tiene que perder de ninguna de las maneras. Así que, seguramente todo el problema estará el perdedor, que pierde algo y no en el ganador, que gana algo que no tenía aunque se lo merecía. Y por eso la justicia ha operado.

 

Por lo que el problema está ahora en la aceptación de perder algo.

 

 

2571. Gracias, Juan.

 

Cuando se pueda lo veremos para que esté informada. Pues por muchos años que se tengan, siempre hay algo que pensabas o ni te imaginabas que eso pudiera existir, suceder. Por lo que, puede que te conforme con lo que tienes, al ver que la vida es demasiado grande y extraordinaria para nosotros juzgarla, definirla, de una manera dogmática, en una sola dirección.

 

 

 

2572. ¿Ada Colau, sola prepara Barcelona para acoger a refugiados: hará un registro de familias? Seamos serios, ella es una pieza, como un tornillo o una tuerca de una gran máquina -¿qué importancia tiene ser más o menos-? Hay muchísimas personas que harán posible que se puedan acoger a los refugiados.

 

Esa manera de presentar los hechos, las noticias, tan personalista, facha, es propia de la época de caudillos, dictadores, únicos salvadores.

 

Los aduladores, sean quienes sean -periodistas en este caso-, demuestran los tics inmorales que nos llevan a la corrupción. Por aquello de tú me das, y yo te doy, por interés y obligación.

 

 

 

2573. Nuestras creencias son la consecuencia de nuestro condicionamiento. Y en eso no hay libertad. Si no hay libertad no puede haber inteligencia, que es orden.

 

Por eso, hay que ser conscientes de nuestro condicionamiento -blanco, negro, amarillo, cobrizo, cristiano, musulmán, judío, hindú, comunista, fascista, liberal, etc.-. Y si lo vemos tan claramente como cuando una aguja se nos clava en un dedo, entonces es cuando podemos ir más allá de ese condicionamiento, su división y desorden.

 

 

 

2574. Las cadenas del ayer nos tienen confundidos, porque actúan como saboteadores de lo que estamos haciendo. Sólo podemos aplicar la atención total, profunda, con lo que hacemos para que esas cadenas de recuerdos que nos inmovilizan desaparezcan.