Torni Segarra

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* Todo eso -del alma- sigue siendo la acción del pensamiento. ¿Podemos decir con certidumbre, como cuando decimos que eso que está ahí, es un árbol que tocamos?

 

* Unidos, no quiere decir obligados a estar unidos. La unión, la unidad, para que sea viable, ha de ser que medie la libertad total.

 

* ‘No es nada personal, pero a veces no tengo ganas de responder mensajes de texto y no sé por qué. Simplemente no lo hago’.

¿Es por falta de calidad -seriedad- en los textos?

¿O estás lleno, saturado de hacer respuesta?

 

* ‘Alguna vez sólo quieres volver a casa, pero ya no te sientes como en casa en ningún lugar’.

Eso no es señal de que la seguridad ni los caprichos caseros, ya no te llenan.

 

* ‘¿Sientes que estás atrapado en patrones repetitivos que comenzaron mucho antes de tu nacimiento? Es posible que esté lidiando con una maldición generacional’.

No es una maldición generacional, es el hecho que se repite desde siempre: es la programación humana de los terrícolas.

 

* ‘…y llegando a un análisis profundo de esto podemos llegar a comprender lo que hay detrás del solo pensamiento del alma’.

Hay miedo, como cuando inventamos a dios todopoderoso. Que no lo es -según nosotros-, porque los volcanes, huracanes, terremotos, las riadas y sus inundaciones, no cesan.

El problema son las palabras, que quieren describir algo, que no se puede describir ni entender.

 

* La nobleza, la santidad, el amor, no nos exime de los males que son necesarios para vivir: enfermedades, desgracias; que algunas personas nos tengan celos, envidia, odio, por algunas circunstancias que lo desencadena.

 

* El jamás, ¿no es un atrevimiento?

Pues lo que pueda venir, suceder, la mente humana es incapaz de ver.

 

* «¡La vida siempre te da una segunda oportunidad!».

Llega un momento que no hay segunda oportunidad. La vida tiene sus maneras.

Y una de ellas es una dictadura implacable.