* ¿Los treinta días bombardeando día y noche Gaza, arrasando todos los edificios, asesinadas 15.000 personas? Por un invasor. ¿Es eso amor?

Por supuesto tienes infinitas posibilidades, para decir que sí o que no. Pero si tienes compasión, empatía, has de hacer algo con ese dolor, con esos asesinatos. Igual o parecidos como lo hacía Hitler en la Alemania nazi.

 

*  El arquetipo del Salvador

– Los hindúes esperan a Kalki desde hace 3.700 años.

– Los budistas llevan 2.600 años esperando a Maitreya.

– Los judíos llevan 2500 años esperando al Mesías.

– Los cristianos llevan 2000 años esperando a Jesús.

– La Sunnah ha estado esperando al Profeta lssa durante 1400 años.

– Los musulmanes han estado esperando un mesías del linaje de Mahoma durante 1300 años.

– Los chiítas llevan 1.080 años esperando a Mandi.

– Los drusos han estado esperando a Hamza ibn Ali durante 1000 años.

La mayoría de las religiones adoptan la idea de un “salvador” y afirman que el mundo permanecerá lleno de maldad hasta que llegue este Salvador y lo llene de bondad y justicia.

¡Tal vez nuestro problema en este planeta es que la gente espera que alguien más venga a solucionar sus problemas en lugar de hacerlo ellos mismos!

Richard Dablah

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Este arquetipo ha sido un tema recurrente a lo largo de la historia y no sólo dentro de la religión.

Hoy lo vemos en las películas, la política deportiva y, por supuesto, en cada faceta de nuestra propia vida.

Nos gusta la idea del tipo que recibió una bala por nosotros, alguien que arreglará todo de arriba hacia abajo.

¿Pero es racional y lógico pensar que esto alguna vez sucederá?

¿Puede o vendrá todo cambio desde arriba?

No ha sido así hasta ahora, entonces, ¿por qué alguien llegaría a la conclusión de que alguna vez sería así?

¿Es porque es más fácil confiar la responsabilidad del cambio a una mente formada fuera de una agencia que se opone a asumir la responsabilidad nosotros mismos?

Jiddu Krishnamurti dijo:

«Cada ser humano, cuando hay un cambio fundamental en sí mismo, afecta la conciencia del mundo, porque tú eres el mundo y el mundo eres tú».

“Cuando eres una luz para ti mismo, eres una luz para el mundo”.

Pero parece ser, que hay pocos cambios fundamentales en sí mismo.

Pues el mundo, tiene la guerra en la piel.

El dilema es muy complicado, difícil: ¿hay alguien que entregue su vida a otro a cambio de nada?