Torni Segarra

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268. La felicidad es entender que no hay felicidad para conseguirla. En esa quietud interna de saber que no hay nada fuera para conseguir, es cuando llega el gozo, la dicha.
 
269. Entonces, ¿es por uno sola mente que se pueda cambiar la conciencia colectiva de la humanidad o hacen falta varias personas que cambien también sus conciencias? O, ¿esto es absurdo ya que si el observador es lo observado estamos condenados a permanecer con la conciencia global, colectiva que hay ahora?
 
270. ¿Cómo sabemos si estamos iluminados o no? ¿Hay un catálogo que diga cuáles son las características de los que están iluminados, o todo es un folclore, una superstición, un negocio de la vanidad, del poder, del dinero?
¿Puede alguien calificar si uno está iluminado si él mismo no lo está? ¿Puede uno que está iluminado atreverse a decir que lo está?
 
271. La ilusión la podemos convertir en una realidad. Pero esa realidad sigue siendo una ilusión.
 
272. Cada cual sabemos lo que tenemos que hacer. Por lo que los consejos vacilones, desde un punto de superioridad y petulancia, no nos hacen falta. De todas maneras, gracias.
 
273. Lo bueno y lo malo es relativo, ya que depende del estado mental de cada uno. Un día lluvioso puede ser horrible para el que había planificado una excursión al aire libre, campestre. Pero si uno necesita regar su jardín, el césped, entonces esa lluvia es una bendición.
Así mismo, los que viven, duermen y lo hacen todo  en la calle, cuando llueve todo lo agrava aún más todavía. Pero las arboledas, los desagües, los alcantarillados, los tejados, todo es limpiado y aliviado con la lluvia.
Y eso mismo pasa  con los malos o los buenos eventos: para unos puede que les afecte negativa, como positivamente. Las generalizaciones son mera estadística de marketing. 
 
274. Cuando nos damos cuenta de que todo deseo no es lo que nos trae la felicidad. Es cuando la felicidad se manifiesta: la comprensión de todo lo que sucede; la visión de que todo está unido e interrelacionado.
 
275. El cerebro es un órgano más del cuerpo. El cerebro es como un cuerpo dentro del cuerpo principal. Y como todo cuerpo tiene sus límites, se desgasta, se deteriora, se rompe y finalmente se destruye.
Y de la misma manera que si maltratamos a nuestro cuerpo se resiente, se agota, se enferma, se destruye, así mismo le sucede también al cerebro.
Cuando le damos al cerebro malos ‘alimentos’ experiencias excitantes, agrias, le damos demasiado experiencias dulces en exceso, cuando lo forzamos, lo obligamos a operar con extenuación, cuando participamos en actos corruptos, crueles, deshonestos, donde el deseo se desboca confundido, es cuando el cerebro se hace inservible, se vuelve confuso y entra en caos, le llega la patología y perece. Es decir, llegan las enfermedades mentales, la demencia parcial o total.
 
276. De manera que la investigación estará contaminada por el condicionamiento del investigador. Por lo que lo importante es estar libres del condicionamiento, la programación.
Y volvemos a la pregunta de: ¿Podemos liberarnos sólo nosotros o lo hemos de hacer todos a la vez? Pues la mente, la conciencia global, sea la que sea  -con su escala de valores, del bien y el mal, etc.- tiene que afectar y a hacerles participar a todas las mentes, las  conciencias individuales, cada uno de nosotros.
Si hay calma, quietud, tranquilidad, armonía, la mente se puede gobernar, pero si los retos son demasiado impactantes, van alterar y provocar confusión y desorden. Es decir, habrá división, miedo, lucha, guerra, con todo el caos de muerte y destrucción.
 
277. La mayor felicidad es cuando las cosas suceden como deben ser –digamos favorablemente para que la vida pueda ser-, ya que alguien o muchos lo han hecho posible con sus actos, sus maneras. Por eso el orden es tan necesario. Orden quiere decir ser puntuales, ser serios y profundos en el trato con las personas, tratarlas con afecto y con cariño, sin prisas ni deseos brutales.
Aunque esto parece imposible de vivir, no lo es. Cada uno tiene la posibilidad de hacerlo posible en su vida, en su manera de vivir de cada día. Si lo comprendemos, si vemos su necesidad para que la vida no la vivamos como un  tormento, la dicha que no es la persecución del placer estará en nosotros de una manera sencilla, natural.
 
278. Con afecto y con cariño, para Megan. Todo lo que pueda decir no podrá trasmitir lo que siento por ella, por sus raptores, por sus proxenetas, por su madre, por la sociedad corrupta e inmoral en que vivimos. Que hace que se generen estas espeluznantes situaciones.
 
279. La vida es acción. La vida ¿es opción o está ya todo escrito, determinado? ¿Depende de nosotros o somos marionetas del universo?