Torni Segarra

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280. Greg. El problema sigue cuando no sabemos por qué a unos les llega lo incondicionado, la inteligencia / perspicacia, y a otros no.
Creo que hay que ser verdadero –humildes- y asumir que no sabemos nada que no sea mecánico: el funcionamiento del pensamiento, la lógica, etc., con respeto a nuestro comportamiento. Pero la esencia de la vida, el verdadero sentido que tiene cuando todo va acabar en la nada, no sabemos nada.
 
281. Haga lo que haga el sabio, aunque él es sin deseo, siempre le llega la recompensa. Ahora falta saber: ¿Qué es eso de ser sin deseo?
 
282. De la misma manera que el Infinito no puede ser comprendido por la mente finita, tampoco podemos comprender la dualidad entre lo favorable o no del silencio, o del hablar.
Porque el infinito no nos deja que nos decantemos por algo que decimos mejor y rechacemos algo que decimos que es lo peor. Ya que todo puede ser infinitamente malo y a la vez también ser infinitamente bueno. 
 
283. La gratitud, sin un deseo ganancial, es el amor, es la inteligencia. Pues todo se ve como una unidad, en la que todo está relacionado.
Pero cuando comprendemos lo que es la gratitud y su unidad, entonces ya no tiene sentido nombrarla ni hablar de ella como si fuera algo extraordinario. Ya que es connatural con la vida, como lo es el respirar. 
 
284. Lo malo y lo bueno ante el infinito de la naturaleza, del universo, se diluyen. Cuando llueve, hace frío o calor, hay unos que ganan y otros que pierden. ¿Se puede eso cambiar?
Si alimentamos a los pájaros salvajes que llegan a nuestra casa, los hacemos más fuertes y poderosos que los que no están tan bien alimentados. De manera que eso que parece tan bueno, se puede convertir en una injusticia, en un agravio para los pájaros que no pueden comer como sí que lo hacen los que llegan a nuestras casas, balcones, terrazas, el suelo.
 
285. Ese privilegio de la religión organizada es porque a los que mandan les interesa. Ya que forman un equipo de la fuerza del estado y la fuerza de la superstición, de la persuasión, del miedo a lo desconocido, el más allá.
 
286. El absurdo de la religión organizada es presentarse como algo bueno cuando no lo son. Pero el poder está en imponer una mentira como si fuera verdad.
 
287. Por muy hartos que estemos el que quiere vivir no lo encuentra pesado, aplastante, no quiere acabar. Los jóvenes viven de manera que deberían de estar hartos de todo, pues su actividad es frenética, pero siguen disfrutando de lo que tienen que hacer.
 
288. Quien no encaja en el mundo puede ser más honesto que los que están encajados. Pero lo que importa es que sea realidad. Porque el mal puede vivir y desarrollarse en lo que vemos como bueno y adecuado. Todo depende de la escala de valores. Los criados hace cien años eran tratados muchos de ellos como animales. Pero la mayoría lo asumía, como asumía que la mujer era torpe, estúpida, y provocaba que se la maltratara.
 
289. Ser indispensable e inolvidable ¿no es lo mismo: una dependencia? Por eso, la libertad e independencia de todos y de todo, es el fin de la vida.
 
290. Lo que digan los demás de nosotros sólo tiene el valor testimonial, de descripción e información. Todo lo demás, como nos ven, es cosa de ellos.
Prueba de ello es que lo que hagamos, hay unos que lo ven negativo y otros que lo ven positivo.
 
291. La intención, la inclinación, lo que a uno le agrada, lleva en sí toda la fuerza que le lleva al orden. Aunque ese orden genere el caos.
 
292. No hay nada nuevo. Sólo una manera diferente de explicar la realidad por alguien que se le ha metido en la cabeza que es el nuevo mesías que va a solucionar los problemas. Y ante tanta osadía nada más se desprende que ignorancia.
No estoy contra él ni sus ilusionados seguidores, sino que los estoy describiendo. Ya que ellos saben que no pueden hacer más que esos a los que atacan. Dentro de unos años les saldrán los escándalos de corrupción, de falsedades y mentiras –ahora en el presente ya los tienen ahí, aunque dicen que son pequeños e insignificantes-. Porque en el oficio de la política va todo eso y más que no podemos ver. Pues el poder y el dinero es la droga más dura y adictiva, que pocos pueden descartar. Por eso, sólo es un arañar en la superficie del problema: la vida.
Esto es así porque estamos tratando con seres humanos que no son más que: ‘Quiero y no puedo’. Aunque lo que marca la diferencia es reconocerlo.
 
293. Soy vegano porque es la manera que puedo sobrevivir haciendo el menor daño a la naturaleza.
¿Beneficios? No hay ninguno. Pues una persona que no come carne es como todas las demás. La diferencia está en que destruye menos vida. Y eso la hace menos destructiva en todo lo que hace, en todos los ámbitos de la vida.
En todo lo demás, todos somos iguales y estamos condicionados por el cuerpo, sus necesidades, condicionados por las necesidades psicológicas.