1283. No ceder a presiones gubernamentales con respecto a aspectos chabacanos, superficiales, exhibicionistas, de chismes, etc., es una cosa. Pero cuando las presiones gubernamentales son políticas, entonces todo cambia. Porque los dueños de las cadenas de televisión comen en el mismo pesebre que los que mandan y su deseo es el mismo: hacer las cosas de manera que el negocio sea lo más ganancial posible. Y ahí comienzan y terminan todos los misterios, digan lo que digan. Pues lo importante, lo que nos describe, lo que hace que nos vean cómo somos, son los hechos, lo que hacemos, nuestra manera de vivir.
1284. Ese es el drama, Bruno: los países desarrollados, ricos, que tienen de todo, que les sobra y destruyen, son igual de desagraciados a la hora de encarar los retos de sus vidas que sus antepasados recientes o lejanos.
Su desgracia es que para poder seguir viviendo como lo hacen han de ser inmorales, corruptos, deshonestos. Pues nos hemos creado unas necesidades que por la fuerza de los hechos han de ser a costa de los demás. Y como todos hacemos lo mismo vivimos en lucha, en un conflicto y violencia que no tiene fin.
Es decir, la humanidad en el ámbito psicológico, espiritual, en las humanidades, no ha progresado ni evolucionado –como si lo ha hecho en el ámbito material, científico, técnico-, pues básicamente al estar divididos, vivir con miedo, siempre somos de la misma manera, tenemos la misma actitud ante los retos: atacando o defendiendo. Lo que nos genera sufrimiento y dolor.
1285. Con la iluminación se ve la nada en todas partes, en todo lo que hacemos. Por lo que la mundanalidad, la vanidad, el deseo incesante sin fin, no tiene sentido ni significado verdadero.
1286. Nada es mío, porque ‘yo’ no existo.
Ahora hace falta que ese ‘yo’ no vuelva ni se manifieste, nunca más. ¿Es eso posible o es una ilusión?
1287. Todo lo que quieren es intervenir, demostrar que son ellos los que mandan, para que los otros se sometan a sus ideas de hace siglos de ordeno y mando. Por lo que cada vez son más detestables, generadores de odio. ¿Se puede forzar el cariño, el afecto, la cooperación?
1288. El problema de Arabia Saudita es que ha esparcido mucho odio por todo el mundo, por ser tan rica, poderosa, tirana, tan beata. Y según la ley de la vida -el karma- algo gordo le tiene que llegar. Por eso todos sus movimientos son desesperados, contamina a EE.UU. y a Europa con sus ideas, leyes, maneras de vivir propias de la Edad Media.
1289. Los tontos son tan tontos que creen y piensan que somos tan tontos como ellos, para creer en sus tonterías.
1290. Todo está muy claro a la hora de definirse ante el derecho a la libertad e independencia: o uno lo acepta totalmente o no. Es como si le decimos a una persona: ‘Yo creo en la libertad –que es amor-, pero no te la doy toda’. O lo que es lo mismo: ‘Yo te amo y por eso quiero que seas libre, pero salvo que te liberes de mí y vivas independiente’.
1291. Alfonso. El amar se demuestra con hechos, cómo vivimos, cómo respondemos a los retos que nos llegan sin cesar. Por lo que las palabras tienen escaso valor. Y ese es el problema de cada cual, no del ambiente, de la coyuntura, si hay elecciones, disputas o no. Y en ese reto está el de la libertad, la independencia.
La pregunta es: ¿Puede uno vivir completa y totalmente sin tener libertad, sin ser independiente, no atado ni dominado por nadie ni por nada?
1292. La nada indescriptible.
1293. Para cuidar la naturaleza, ha de haber orden. Y ese orden es lo que genera la belleza. Así que todo eso, tanto el orden como la belleza, el respeto a la naturaleza, ha de empezar por cada cual.
1294. Habrá que demostrarlo con hechos. Porque las palabras solamente por bellas y agradables que sean, porque van a nuestro favor, no sirven.
1295. Lo importante no está en llegar a ver cosas espectaculares, extraordinarias, que nos hacen alucinar y salir de nuestra vida de rutina. Lo importante es ver la realidad tal cual es, descubrir a cada instante la manera cómo funciona la vida.
1296. ‘Entre tus manos está mi vida, Señor’.
¿Cómo lo sabemos eso, si se nos dice que tenemos libre albedrío? Todo lo que digamos asertivamente, ¿nos damos cuenta que lo que llega es fruto del ego?
Así que, hemos de encarar los retos de manera que no pueda ser ni operar el ego. Esto es, yendo de lo desconocido a lo desconocido.
1297. El mejor momento para hacer las cosas bien es a cada instante, ahora, en el ahora.