1821. Es una buena noticia que tu hija esté mejor de salud.
Todo tiene su proceso. Aunque si es favorable a nosotros lo vemos natural, pero si lo vemos desfavorable nos rebelamos y hacemos toda clase de tonterías para intentar cambiarlo.
Esto es así porque somos dependientes, No nos damos cuenta que toda dependencia genera dolor, amargura, soledad, tristeza, toda clase de neurosis. De manera que parecemos inválidos, necesitados de una muleta para poder caminar. Lo que quiere decir que esa invalidez psicológica, mental, va a ser una rémora que va a generar toda clase de desorden.
Desorden que se manifiesta en posesividad, egolatría, insensibilidad e indolencia por los que conviven con nosotros, y también lejos. Donde la división es la base de la vida, de nuestra manera de vivir, donde no vemos al otro con el valor real que tiene.
Y para que esa dependencia y todo lo que nos genera no sea, uno ha de ser libre, independiente, capaz de vivir solo –no aislado que es otra dependencia, neurosis, en la que tenemos miedo a los demás-.
1822. Una sociedad que se dice demócrata pero que no trate a todos por igual, ¿es una sociedad sana, no corrupta, que se ciñe y respeta a la legalidad? En las sociedades avanzadas no tratar a todos por igual, es una ilegalidad, como lo es el robar, y se paga con pena de pérdida de libertad, prisión.
El odio al otro, al diferente, al ser tan pobres y mezquinos, subdesarrollados mentales, nos hace ciegos e insensibles al dolor del vecino, del compañero de trabajo, de las personas que vienen y se van. Eso sí, luego decimos que somos demócratas o religiosos, gritamos como locos cuando nos tocan a nuestro partido o secta, creyendo que somos buenos, cuando en realidad somos fanáticos fundamentalistas.
1823. La supervivencia como todo en la vida se convierte en un misterio impenetrable. Las plantas, los animales –incluidos nosotros-, las grandes piedras, las montañas, los océanos, las selvas y desiertos –incluyendo todo el planeta Tierra-, fueron creados porque hubo unas condiciones adecuadas para ello.
Pero de la misma manera que todo se confabula para que una nueva manera de vivir prospere y arraigue, también hay una confabulación para que todo se degenere y destruya.
¿Podemos hacer algo al respecto, para retrasar lo que no nos conviene, y acelerar lo que sí que nos conviene? Puede que sí, o puede que no. Eso habrá que verlo en directo, cuando el reto esté ahí candente, ardiendo. Pues la tierra es como el cuerpo de un animal: nace, crece, se deteriora y degenera, perece.
Solamente hace falta ver, percibir, cuando la dirección se puede convertir en irreversible, mortal, donde llega la destrucción total.
1824. Tiene algo de terrible como debe ser en las personas poderosas que posean grandes riquezas, títulos, toda la panoplia mundana.
1825. No nos engañemos: un negocio es para ganar dinero. O sea, siempre mirando el saldo que sea ganancial. Las personas son comerciales.
1826. El orden de los factores no altera el producto. Si todos van en la misma dirección, cuando lleguen todos serán amigos, colegas.
1827. Quien pone condiciones a un amigo es que no tiene amor. Sino envidia, recelos, miedo a ser desbordado por el amigo.
1828. Creer que uno es el mejor, es legítimo. Pero es facha, carca, infantil, tiranoide. ¿Por qué? Trae malos resultados.
1829. ¿Quién es de izquierdas? ¿Quién lo va a decir tiene alguna autoridad, quién se la ha dado? ¿Juzgar es de izquierdas?
1830. Eso es lo que tiene el llamado arte: tú puedes justificar todo lo que pintas, sea cierto o no. Pero yo, también tengo esa misma posibilidad.
Si miras un Picasso de la época más surrealista y loca, o un Dalí, los dos siempre tenían palabras para explicar el porqué de sus tonterías.
Una vez un pintor amigo me regaló un cuadro en que era un cirio y encima una bombilla. Yo enseguida lo interpreté como el autor: era el absurdo.
Al cabo de un tiempo una persona, culta y sensible, vino a casa y por casualidad tuvo que ver el cuadro. Él dijo su opinión: la unión de lo natural y lo industrial, mecánico.
Y eso es lo que hay. No hay más que opiniones subjetivas, personales.
Si miras un Picasso de la época más surrealista y loca, o un Dalí, los dos siempre tenían palabras para explicar el porqué de sus tonterías.
Una vez un pintor amigo me regaló un cuadro en que era un cirio y encima una bombilla. Yo enseguida lo interpreté como el autor: era el absurdo.
Al cabo de un tiempo una persona, culta y sensible, vino a casa y por casualidad tuvo que ver el cuadro. Él dijo su opinión: la unión de lo natural y lo industrial, mecánico.
Y eso es lo que hay. No hay más que opiniones subjetivas, personales.
1831. "La gente olvidará lo que dijiste. Olvidarán lo que hiciste. Pero nunca olvidarán cómo los hiciste sentir".
Porque la descripción de la realidad no es la realidad. Si tú describes lo que es una quemadura, eso no es lo mismo que si le quemas la mano.
1832. "El dolor es temporal. Puede durar un minuto, o una hora, o un día, o un año, pero con el tiempo disminuirá y otra cosa tomará su lugar. Sin embargo, si me rindo, durará para siempre".
Si uno se rinde completamente al dolor, éste cesa y desaparece. Otra cosa es la dificultad que tiene el entregarse al dolor totalmente sin ninguna resistencia ni huida, sin querer escapar.
Eso mismo pasa con la prisión, si uno comprende lo vano del querer salir, si lo ve con la totalidad de su pensamiento, su mente, su cuerpo, su ser, una persona así es libre como la persona que vive en cualquier lugar.