991. La libertad, que es amor, es la ausencia de miedo.
992. José Luis. ¿Cuál es la diferencia entre entendimiento y comprensión?
993. ¿La vocación no es un agregado del condicionamiento: dónde nacemos, el momento histórico de cuándo nacemos, las diversas circunstancias personales? Por lo que la vocación sería enfocar la energía en una parte de la vida, encontrándonos a gusto en un una actividad.
994. Nadie quiere ver su joroba.
995. Creerse responsable de todo lo que ocurre es un acto de soberbia, de ignorancia. Y nos trae malas consecuencias.
996. Lo más terrorífico del terror es que nos hacemos adictos a él. Y entonces ya no es terror, sino una droga que se necesita. Por lo que la crueldad no nos conmueve, pues somos indolentes e indiferentes al dolor de los demás. Por eso, la justificamos, la racionalizamos, la defendemos subrepticiamente o no.
997. El afecto y el cariño no solamente son la base de nuestra existencia. Pues sin fuera así el mundo ya se abría extinguido. Pues aunque el cariño y el afecto existen, tienen su momento, lo son como reacción a los malos modos. Es decir son la compensación de un daño que hemos hecho o hacemos; son como una excusa moral. De lo contrario todo sería afecto y cariño, sin su opuesto.
Todo lo que es, tiene su opuesto. Sólo lo que no es, no tiene contrario, su opuesto. Si en nosotros hay la conciencia de que hemos hecho algún daño, ahí está la semilla del cariño, del afecto, de la compasión.
998. Los problemas existen porque no podemos ver su solución; aunque su solución siempre está ahí. De hecho la diferencia entre las personas está en que unos ven más soluciones a los problemas que los otros.
999. El interior es el depósito de la memoria, todo el pasado, que tiene miedo, lucha para no sufrir, inventa las fronteras, la política, los santos, los dioses, el cielo, etc. Pero después de todo eso siempre queda la inseguridad, el miedo a lo desconocido, a lo que puede suceder mañana, el sufrimiento, el dolor.
1000. Para ser menos dañino hay que comprender cómo funciona el pensamiento. Si no seguiremos superficiales.
1001. ‘Por más que se explique que no hay "nadie haciendo", en la mente se representa continuamente a ese sujeto hacedor.
¿Se puede hacer algo para que no se represente y deje de disparar tantas emociones?
Toda tarea que se le dé a ese sujeto, sea estar atento, ser consciente o comprender, solo refuerza el hábito cerebral.
¿Qué sucedería si dejase de representarse ese sujeto?
¿Simplemente, se terminaría toda relación que tengo "yo" con el mundo? Solo quedaría un cerebro reaccionando sin la capacidad de representar a un sujeto hacedor, sin la posibilidad de proyectarse o de recordarse en una situación. ¿Es ese un estado deseable?
La trampa del maestro trascendido es hacer creer que su mente ya no representa a ese sujeto, cuando en realidad, necesita más del discípulo que sus seguidores de él’.
Es una realidad que el ‘yo’ existe, porque la mente ha logrado dividirse de lo que ve, que es lo que percibe: el cuerpo, la naturaleza, los animales que quieren devorarlo, toda la realidad que la envuelve. Y como ‘mi’ mente es otra ilusión, quiere decir que sólo hay una mente global. De manera que todo lo que esa mente es, va a ser también mi mente. Por lo que, hasta que la mente –global: la totalidad de todas las mentes- deje de ser divisiva va a existir el ego, el ‘yo’, el ‘mí’, el ‘tú’, en cada uno de nosotros.
1002. Señora cuando tocamos la verdad no hay pensamiento negativo ni positivo. Cuando uno nace hombre o mujer, eso es un hecho que tú ni nadie puede cambiar.
Y el hablar de esa verdad, descartando las falsedades y mentiras para justificar nuestras creencias, es estar haciendo algo trabajando para el bien común, el de los demás.
1003. ¿Se puede la mente controlar? En un momento dado puede que sí. Pero lo que consideramos controlar totalmente, eso es una ilusión. Pues una mente para ser sensible, inteligente, tiene que ser vulnerable.
¿Sin ser vulnerable, puede haber amor? Para ser vulnerable no ha de operar el ego, el ‘yo’. Y en la ausencia del ‘yo’, es donde puede el amor ser.
1004. ‘Mi fuerza interior es una poderosa fortaleza’.
Por mucha fuerza que creemos que tenemos puede desatarse una tormenta y desbaratarnos.