Torni Segarra

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403. La creencia de que somos diferentes es la consecuencia del miedo. Veo que a alguien le llega una mala situación y digo: ‘A mí no me sucederá porque voy a ser buena persona, obediente con las normas, las leyes, etc.’. Pero eso no es así: todos estamos expuestos a lo malo y a lo bueno que nos puede traer la vida. La diferencia está en el nivel, en el grado que nos llega y lo sentimos. Pues la muerte nos espera a todos. Y antes la vejez, el deterioro.
 
404. El amor no conoce el pecado. Y por tanto, no le afecta.
 
405. La realidad es tozuda: de molinero cambiarás pero de ladrón no te escaparás.
 
406. Los animales sólo se preocupan de sus depredadores cuando los tienen en la distancia crítica de peligro.
 
407. Lo normal tiene que tener su contrapunto de anormal. Por eso cuando nos agarramos a algo –que décimos que es normal- es cuando nos volvemos feos.
 
408. ‘Cometer errores mejor que perfecciones fingiendo’.
No hay nada mejor ni peor, sino sus consecuencias. ¿Podemos eludir las consecuencias de lo que hacemos?
 
409. Llegar hasta el final es lo que nos enseña para ver la realidad. Pues sentimos el horror del desorden de primera mano.
 
410. La motivación es ver que me han pisado el pie y tengo que responder.
 
411. Madurar es darse cuenta de la realidad. Y ver lo poco que podemos hacer para cambiar a las personas y al mundo.
 
412. Si no hay problemas no hay milagros. Si comprendemos los problemas tampoco hay milagros. Los problemas y los milagros siguen estando ahí, pero no nos afectan.
Pues tanto los problemas y sus soluciones –los milagros-, son fruto de la mente.
 
413. El hablar puede que tuviere su origen en el miedo –neurosis-. Pero hablando no nos liberamos del miedo. Sólo comprendiéndolo.
 
414. La vida es como es. La realidad es como es y no se puede cambiar. Comprenderlo es el orden.
 
415. Los motivos ocultos siempre son para escapar. Y por eso los ocultamos.
 
416. El problema está en qué hacemos con la información –‘chismes’- de los demás.
 
417. Hablar de dios genera muchos problemas: Si dios existe, ¿quién lo creó? Y, ¿quién creó al que lo creó? Así que podemos estar el resto de nuestras vidas jugando con palabras. Cuando lo que nos interesa son los hechos: la manera cómo vivimos.
 
418. Las soluciones de los problemas no son militares, con sus matanzas. Pueden cambiar el panorama momentáneamente. Pero el mal –el conflicto- sigue ahí. Para que no haya conflicto la inteligencia ha de operar: abstenerse de hacer daño, injusto, cruel, genocida.
 
419. El problema de la vida es que llegado un momento matas o te matan. ¿Podemos hacer las cosas, vivir de manera que no llegue ese momento de matar o que nos maten?
 
420. El problema es darse cuenta de que el pensador y el pensamiento son lo mismo. La dualidad es las sombras de la vida que obstruye la luz –inteligencia-.
 
421. Los lobos están en todas partes con sus loberos. Porque nosotros –cada cual- somos lobos para los otros.
 
421. Si los animales fueran tan desarrollados mentalmente como nosotros harían lo mismo que hacemos nosotros. Pues se crearían las mismas circunstancias para que llegara la trama como la nuestra.
 
322. Una lucha planificada por los hombres contra un animal, el perdedor ha de ser el animal. Otra cosa sería si la lucha fuera inesperada en campo abierto, un hombre solo contra un animal –un toro-.