Torni Segarra

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* “Ningún sabio escribe, por el mismo proceso que se requiere para elaborar la idea, al no estar involucrado el tiempo no es conocimiento memorístico”.

Entonces, ¿tú por qué escribes? Pues tienes lo mismo que tienen los sabios.

Lo que tú quieres decir, es que lo que escribimos aquí y ahora. Para el que lo lea, no es verdadero. Pues lo verdadero es hablar. E incluso el hablar tampoco es verdadero. Pues el pensamiento ya ha pensado lo que va a decir.

Lo mismo pasa con los pintores, que lo que pintan está muerto. Pues, la realidad no se puede pintar.

Lo verdadero es la acción sin el filtro del pensamiento. Cuando estamos más allá del mal y del bien. Estamos libres del pasado.

* Toni: ¿Todo el día, las 24 horas, estaba en meditación, sin la actividad del ‘yo’? ¿Puede eso ser en un ser humano?

Interlocutor: Sí.

Toni: Gracias, por la respuesta.

* “¿Por qué el ser humano mata? ¿Por qué el ser humano está considerado el peor depredador del planeta?”.

Porque es un animal humano. Tal vez, los asesinos se consideren los machos alfa de la zona donde viven y más allá.

El matar tiene su raíz en el miedo. Por eso, los celos, la envidia, la competitividad, son desencadenantes. Porque él, el macho alfa, no lo puede consentir -perder, no dominar a todos-.

Por eso, los racistas tienen la patología destructiva. Son violentos, dispuestos a la violencia, a la guerra. Mienten sin ningún rubor, cambian la realidad. Acoplándola adecuadamente para sus intereses, salir triunfando.

Pero, el mayor peligro para la humanidad está, que nos llegue un reto altamente perturbador, que nos desborde; y nos haga perder lo que nos hace no ser violentos. Tener la capacidad de ver todo el panorama de lo que está sucediendo. Para detenerse en ese momento, en el que va a estallar la violencia, la crueldad.

* «No permitiremos que las acciones egoístas de un pequeño número de personas pongan en peligro el progreso de los londinenses».

Pero ellos, las autoridades hacen lo que les da la gana: egoístamente. En tanto, que dicen que saben. Pero no saben hacer las cosas a las personas, para no tratarlas adecuadamente: con respeto, igualdad, justicia.

Y no hacerlo corrupta e inmoralmente. Para que no sigan siendo siempre los pobres de un país de ricos, despilfarradores, de aristócratas mimados que se creen que son los dueños de todo el país, de toda la tierra.

Y ellos se las arreglan, para hacer leyes, para que esa inmoralidad de la desigualdad, de la falta del respeto, de la manera deshonesta de vivir. Llegue a su fin.