* Culpando sólo a una parte del desorden en que vivimos. Eso es la calle que nos lleva a la guerra.
Pues esos que son acusados. A su vez, dicen lo mismo contra los acusadores.
Cada uno ha de asumir su desorden que genera.
Es decir, cuando más desorden más confusión, más caos, más crueldad, más violencia, más guerra -ya sean domésticas, nacionales o internacionales-.
* Insisto, no estoy enjuiciando a nadie. Sólo lo estoy describiendo lo que hace una persona. Para que tú, y los que piensan como tú, abran los ojos.
Un presidente de un país, USA, que se dedica a arengar a las personas para que asalten el Capitolio de Washington. Y lo hagan donde murieron cinco personas, hubo brutalidad, crueldad, ilegalidad. ¿Cómo crees que se le debe de describir?
* Dices, ‘…abrir la mente y conectar con nuestra conciencia divina.’
Y esa mente divina, ¿te hace que adores, y apruebes. apoyes a una persona racista, cruel, inhumana?
* O sea. Que tú y los que piensan como tú. Son los sabios, los santos, los buenos, los que siempre tenéis razón.
Y todos los demás somos unas personas estúpidas, bobos, que no sabemos nada. Eso es nazismo.
Tú no tienes ningún poder para decir si uno tiene que hablar o no de tu país -que no es tuyo claro, ahí te sale el nacionalismo nazi, racista-.
No te olvides. La libertad es amor.
Y no veo el amor en vosotros por ninguna parte. Veo que estás en un grave peligro: coger el fúsil AKM y empezar a asesinar personas.
* Señora yo no tengo país. Mi ‘país’ es todo el mundo, todo el universo. No tengo raza -por eso no soy racista-. Mi raza es la humana, la de toda la tierra, el universo.
* “Nuestro verdadero carácter es esa persona en la que nos convertimos cuando nadie está mirando”.
No sólo cuando nadie nos mira. Y también cuando nos miran. Pues no podemos ocultar quiénes somos, cómo somos.