* «Sé bueno y haz el bien».
¿Se puede ser bueno, haciendo el bien? Sin comprender lo que es el sufrimiento, el dolor que todos infringimos a los demás -incluido a la naturaleza, etc.-, no podremos generar el orden necesario, para ser el menos destructivo posible.
* Lo que somos: celosos, miedosos, envidiosos, parlanchines o no, trabajadores o vagos, limpios o sucios, todo eso es algo que nos hace estar seguros, confortables.
Pero, no queremos ser la parte negativa. Por lo que, habremos de gestionar las pérdidas y las ganancias. De manera que no generemos ni división ni peleas, ni conflictos.
* La razón, si es la inteligencia, lo engloba todo. En ese todo está el vencer, el perder, el ser vulnerable, ser fuerte como una roca.
* «Conoces algo que no cambie?»
La vida y sus leyes físicas, no cambian. Al menos en este planeta en que vivimos.
* ¿Todo deseo, todo plan, sistema, no es el comienzo del desorden, la confusión, el conflicto, el caos?
* La felicidad, que es amor, o es o no es.
Y el amor lo abarca todo, es en su totalidad.
* “Me ha vuelto a ganar el Ego
Los vecinos, aparte de gritar y dar portazos (han roto la puerta 3 veces en 2 años), ponen la tele y música tan alta, que sólo puedo estar en silencio, porque no puedo escuchar mi tele. ¡También se acabaron las siestas, claro!
Todo esto ya está hablado en persona y por carta, no hay solución. Ok, tengo tooodos los días oportunidades de sentir la rabia, impotencia, y dolor de cabeza. Lo siento tanto como soy capaz de sentir hasta ahora”.
En esta vida todo tiene un precio.
Si estás a disgusto en ese apartamento, ¿por qué no te vas? Es como si vieras que la casa se está quemando y en vez de salir, te enredas en por qué se está quemando, cómo ha ocurrido. Diciendo todo me pasa a mí.
Sal de ahí. El precio no importa. Si no la casa puede derrumbarse y caer encima de ti.