* Las experiencias se estrellan en el infinito.
Darse cuenta de ese infinito, es lo que nos hace inteligentes.
* El maestro y el discípulo, se convierte en un vicio. Dañino para los dos.
Ya que nos hace de segunda mano. Y al maestro se le agobia.
Por eso, el maestro no consentirá que le sigan.
* Ir contra la realidad de la vida, del mundo, es abrir la puerta a todas las miserias.
* Si es verdad, que la dependencia parece inevitable.
Pero cuando me doy cuenta que dependo, que me aferro a algo, es cuando soy libre de la dependencia. No me revuelco con ella.
* Creo que la palabra adecuada no es rechazar el dolor. Sino comprenderlo.
* «El ataque que me haces es lo mismo, que no quieres que otras gentes hagan, así son los pacifistas, incongruentes, tibios y …».
Vuelves a caer en el error, de que tú te crees diferente del resto de la humanidad.
* ¿Para qué le damos importancia a las experiencias si son infinitas?
Una, tú, vives y lo encuentras todo tan natural, cotidiano; y no necesitas más. Ni experiencias, ni sorpresas, ni milagros, ni personas excepcionales, gurús, maestros, etc.
* «El amor, es aceptar la realidad de lo que es la vida».
Si tú ves una gran maldad, ¿por qué quieres vengarte, castigar, que les hagan algún daño a los que lo han hecho?
Si tuvieras amor, no te meterías en esos problemas de la justicia, del ojo por ojo diente por diente. Comprenderías la realidad de lo que son las cosa, la vida.
Tú procura no hacer las cosas, para que no tengas que hacer grandes maldades.
* Tú Fernando, tienes el ego de Fernando. Como toda la humanidad.
Tú empeño es hacer creer que tú eres especial. Pero no, tienes tu ego como toda la humanidad.