Torni Segarra

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* –Toni: La vida es así: destrucción, amor y construcción.

Es decir, ser violentos, hacer la guerra destruyéndolo todo: la vida, las ciudades, las carreteras, los hospitales, etc.

Y cuando llega el profundo dolor de la destrucción total, el amor lo vuelve a construir todo otra vez.

Ese paradigma, esa dinámica, es el destino -la manera de vivir- de toda la humanidad. ¿Se puede cambiar?

–Interlocutor: No en este plano. Sólo en una sociedad que haya elegido voluntariamente y uno por uno, acatar la voluntad de un Líder Supremo, puede acabarse el círculo vicioso que describes.

Es por ello que la verdadera vida feliz se halla separada en otro plano, el plano espiritual.

Pero ni conociendo este hecho es tan fácil decidirse a abandonar la supuesta libertad de este plano.

Ya mordimos la fruta del árbol del conocimiento ético (del bien y del mal) y pretendemos poder determinar lo que está bien y lo que está mal. En realidad, no tenemos esa capacidad. Sólo ese Líder Supremo puede lograr coordinar una sociedad donde todos seamos felices al mismo tiempo.

Es por ello que esforzarse en mejorar este mundo (material) es inútil. Este mundo siempre será como es. Siempre habrá infelicidad. Incluso cuando estás viviendo aparentemente feliz por estar espiritualmente elevado, un buen día te da un calambre, dolores caporales varios, y si no te sucede ahora te sucederá en la vejez sin dudar.

O bien te asaltan o suben los impuestos. O bien cae granizo y te arruina el automóvil…

Tendemos a olvidar esos sucesos negativos reasegurándonos que son casuales y que en realidad ya estamos elevados y felices. Pero luego suceden de nuevo y otra vez vemos nuestra debilidad (que no es nuestra sino del cuerpo material). 

–Toni: ¿Qué, quién es el Líder Supremo? Nosotros no podemos cambiar nada -ni la naturaleza, ni nosotros mismos-.

Lo que sí que puedo es ser amable contigo, respetuoso, ayudarte en lo que pueda.

Y eso es todo.

 

* “Meditación… Es el escape a la muerte”.

La meditación es la muerte del ‘yo’.

 

* –Interlocutor: No se inquieten, realmente nada está aconteciendo. No es más que la danza de la fuerza vital. Somos los presenciadores de ello. Nada real puede ser tocado. Paz y amo.

–Toni: Tú tampoco no te inquietes, pues todo lo que sucede es porque tiene que suceder.

Pero, el fallo es: ¿cuándo te quemas la mano, la quitas de eso que te quema, sí o no?

–Interlocutor: No hay mano, esa es la comprensión correcta, fija la atención en el chakra corazón donde no hay pensamientos, y cabalgando en la respiración para que comprendas que, el mundo está dentro de mí, soy el creador de este mundo, sin embargo, no es verdadero, no es más que un sueño largo.

–Toni:  Tú puedes decir que no hay mano. Pero seguro que, si te quemas la mano, la apartas.

Si no, es que está loco, perturbado mental. Ya que la mano se va a quemar y será inservible.