* Los animales no sufren porque no tienen consciencia de que están vivos.
* Eso que has dicho es correcto. Pero, si profundizamos, si dejamos de arañar la superficie del problema. Nos damos cuenta que entre todos nosotros, tenemos lo mismo que pasar: el miedo, el dolor, la traición. las mentiras, la inseguridad, los sufrimientos de la vejez, el drama por las complicaciones de la muerte.
* Es decir, cuando comprendemos que el observador es lo observado.
Es cuando nos damos cuenta que uno es toda la humanidad.
O si se prefiere, toda la humanidad está en uno.
* ¿Eso no es demencia, locura, absurdo?
Pues en la vida cotidiana de todos, también sucede. No se escapa nadie -ni los que dicen que saben, ni los maestros, gurús, charlatanes, etc.-.
Pues todos empujamos para conseguir algo, o huir de lo que sea.
Ya que todo eso, es lo que conforma nuestra programación.
* El amor no se puede describir, porque abarca al infinito.
Pero, sí que sabemos los resultados: amarte a ti y a toda la humanidad.
* “Nuestras vidas se fundamentan en la sensorialidad, vivimos de sensaciones sean de placer o dolor”.
Y la inteligencia, que es orden. No división ni conflicto.
* El sufrimiento o dolor, es un aviso de que algo en el cuerpo no va bien.
Pero, ese sufrimiento meramente animal, lo hemos trasladado a lo psicológico.
* El dolor y el sufrimiento, es un aviso. Por tanto, el aviso igual da que sea un grito, un semáforo, una sirena.