* El saber es infinito. Y cada uno llega donde llegamos todos. A no saber nada.
O lo que es lo mismo: quiero, pero no puedo.
* ¿Del ‘yo’ nos podemos deshacer?
Sólo no queriendo eliminar al ‘yo’, éste desaparece.
O lo que es lo mismo, el ‘yo’ y la inteligencia han pactado la paz: nadie vencerá ni nadie perderá.
* “…esos seres que indagaron hasta alcanzar la gloria de recordarles eternamente”.
Ellos eran como nosotros. Creían que sabían; pero, no sabían.
Porque, se enfrentaban con el infinito. Que nadie puede derrotar, ni comprender en el sentido de verlo, ‘palparlo’.
* Lo nuevo, nos puede agradar o nos puede perturbar. Depende de nuestras necesidades.
* Lo peor en esta vida es no poder comprender.
Es decir, querer y no poder solucionar los problemas.
* Cuando no hay división entre lo que observo -leo, indago, hago-, entonces la inteligencia, el amor, están ahí.
* El que da de verdad. No le importa nada lo que suceda después de dar.
* Para meditar, hay que tener suerte. Ser despierto, tener un lugar, posibilidades.
O la meditación, llega como llega el orden, la inteligencia, el amor. Que nosotros no podemos manipular, manejar.
* La separación de palabras y los actos, es lo que demuestra lo poco que somos.
Y por eso, somos quiero, pero no puedo.
Si somos afortunados, y comprendemos, llega la inteligencia que todo lo cambia.