* «Debes temer más al amor de una mujer, que al odio de un hombre…».
Un machista.
¿Cuántos hombres matan a las mujeres? ¿Cuántas mujeres matan a los hombres?
* “Disculpe mi amigo, pero usted no entiende mucho nada… O más bien su manera de entender es bastante básica y limitada… Feliz día”.
La tuya también lo es. Todo es cuestión de opiniones,
Y por tanto de antipatías o simpatías.
Es decir. De prejuicios. Racismo.
* Puedes pasar el resto de tu vida hurgando, cavando. Te volverás loco.
Porque todo es infinito.
Tu opinión y la de otro. Son infinitas.
De la compasión, el amor. Llega el cesar y dejar de cavar.
Y del atender a los problemas cotidianos.
Tener buenas relaciones con los que convivimos.
Llega el orden.
* Metete en la cabeza. Que todo lo que digas. Tanto puede ser negado como afirmado infinitamente.
Es como cavar un hoyo que no tiene fin.
Habiendo otras actividades más favorables:
Tener unas buenas relaciones con los que convivimos.
Ya sean cerca. Como en la otra parte lejana del mundo.
Ahí, sí que hay que trabajar.
Si quieres claro.
* Ya empiezas: si dices que la tuya es la verdadera creación. Ya has creado otro conflicto.
Que es el mismo que pasa en las religiones: todas dicen que son las mejores.
Y dicen también, que su dios es el auténtico, el único, el verdadero.
* «Me pregunto si es posible vivir de instante en instante sin acumular, sin el pasado y futuro viviendo con lo que es».
Eso sería tanto como decir. Que el ‘yo’ deje de operar y desaparezca definitivamente.