1116. ¿Por qué creemos en la idolatría, el paganismo, la superstición, si eso corrompe y destruye a la religión? La religión es amor. Y para que haya amor, uno no se tiene que dividir de la realidad, de lo verdadero, de lo que es. Ya que el amor, es inteligencia, donde el ego, el ‘yo’, el egoísmo, no pueden operar.
El egoísmo es, imponer una religión organizada sobre otras; pues eso, genera división, confusión, desorden, anarquía; ya que es un agravio, una falta de respeto, una imposición dictatorial.
Cuando las calles son de todos. Y todo lo personal, como la religión, se ha de practicar privadamente, si es que son supersticiones, idolatría, ritos convertidos en folclore.
Lo único que se puede hacer en todo tiempo y lugar, son los actos que generan compasión, amor.
1117. ¿Puede haber amor si estamos divididos, fragmentados internamente? Pues, si nos agarramos a lo que creemos que nos da seguridad, nos estamos dividiendo, de la realidad, de la verdad.
Por tanto, para no dividirnos, no hemos de identificarnos con nada: ni patria, ni religión, ni política, ni ideas y teorías.
Pues, todo eso a lo que nos agarramos, es la consecuencia de la acción del ‘yo’.
Si yo tengo patria, religión, política, etc., es preciso que me divida de los otros, que también tienen su patria con sus fronteras que se han defender, salvaguardar; si tengo religión, con sus supersticiones, ritos, sus maneras, lo tengo que atender, cuidar, defender; si tengo política, me tengo que enfrentar con los demás que tienen otra política.
Por eso, el vacío, la nada, es la esencia de lo sagrado, pues es desde donde puede florecer el amor.
1118. Las palabras, son importantes a la hora de saber cómo me llamo, dónde vivo, pedir algo que necesitamos. Pero en el ámbito psicológico, espiritual, las palabras son un obstáculo, un impedimento.
Pues, las palabras son la memoria, el pensamiento, que son el pasado. Y el pasado, no puede vérselas con el ahora, que es sin tiempo psicológico.
1119. ¿Ves cómo las palabras en realidad no sirven para describir lo desconocido? ¿Qué es la verdad? Nadie lo sabe. Pues, en el momento que dices que eso es la verdad, la matas porque la vistes del pasado,
Por eso, esa importancia del vacío de la mente, del alma; porque de esa manera, nos movemos con la verdad, con ese vacío, la nada. Y ahí está el amor, limpio, no corrupto, fresco, ágil. Pues el amor, es la inteligencia, la sabiduría.
1120. Sé que es difícil comprenderlo, pero te digo que la nada, como es nada, no se puede agarrar a ella. La nada, es cuando te das cuenta que estás solo, después de haber estado reunidos con los familiares, los amigos o conocidos.
Y por supuesto que eso no cambia nuestra vida cotidiana: hay que aten tender a los asuntos que son precisos, comparar la comida, cocinarla, ir al trabajo, cuidar a los niños, tener las relaciones adecuadas.
Pero, esa nada se manifiesta en que uno es libre para manejar todos esos asuntos. Pues, no está aferrado, dominado, por todo lo que es del mundo: las ideas, las teorías, los deseos absurdos de más y más, de todo que nos llenan de ansiedad, de estrés.
1121. Dices: ‘¡Hombre, claro que podemos identificarnos cada uno con lo que quiera! El amor quiere al otro como es y en su diferencia. ¡Estaría bueno que tuviéramos que ser todos clones para poder amarnos! Es absurdo… la naturaleza no te da la razón. ¡Somos todos diferentes: el DNA está diseñado para que lo fuéramos! Amar a otro no quiere decir que compartas sus opiniones… menudo aburrimiento. Ya cuando empiezas a decir que todo es nada, pero algo también, me pierdo’.
Pero a continuación dices, sobre una manifestación en París después de un atentado terrorista: ‘Estoy segura de que muchos van a hacer bulto para mitigar el odio que se está generando contra ellos… es supervivencia. Perdona que sea malpensada, pero cuando ocurrió aquello tuve ocasión de hablar con una chica marroquí que estamos ayudando hace 20 años económicamente, y ante mi consternación por lo sucedido…fue incapaz de emitir ni una frase de condena… y eso que hablábamos por teléfono y nadie podía oírla… ellos sienten que occidente es Satán y tiene que ser aniquilado’.
Y es por esa identificación, que tú encuentras tan natural, necesaria, la que nos divide, tanto a unos como a otros, ya que nos transformamos en los enemigos de los otros, que también están identificados en su religión, en su país, en su política, en su cultura, en su manera de vivir. Hay que tenerlo muy claro: si hay división de la que sea, deportiva, en los concursos, de género, entre la mujer y el hombre, viviremos en el desorden, en el caos, preparándonos para la guerra, siendo violentos, haciendo matanzas.
1122. El ADN, sólo sirve, se refiere al ámbito físico, corporal; en el ámbito psicológico, espiritual, no sirve, ya que en este ámbito sólo es el presente, el ahora, lo que cuenta, y no el pasado.
Somos todos diferentes en lo superficial, en el color de la piel, la estatura, en el ser mujer u hombre, en que uno es hablador o es parco en palabras, silencioso, huraño o extrovertido, recurrente. Pero, somos todos básicamente iguales en lo psicológico: todos queremos que nos respeten, nos den libertad para cubrir nuestros deseos y necesidades, todos buscamos seguridad, todos tenemos miedo, vivimos en temor a algo que nos puede arrebatar lo que nos hace felices, nos proporciona placer. De manera, que todos estamos divididos, fragmentados, de los demás, de la naturaleza. Porque los otros, también quieren lo mismo: estar seguros. Y por eso. inventamos el clan familiar, la tribu, la nación, los bloques políticos, religiosos, mi idea contra la de otro. O sea, que yo soy tú, y todos los demás. Y tú eres yo, y todos los demás. Y en todo eso, está lo sagrado, la esencia del amor. Que nos lleva a la compasión por todos los seres humanos, que sufren como nosotros; pues todos tenemos las mismas necesidades, tanto físicas como psicológicas; necesitamos el amor, para que esta vida no nos aplaste y destruya.